XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Mixto
Caso multidisciplinar
Dolor torácico
Enfoque individual
Antecedentes personales: tabaquismo. HTA, DM2, SAOS, déficit crónico vitamina B12.
Anamnesis: varón de 58 años que acude por dolor torácico precordial de menos de 2 minutos de duración, irradiado al brazo izquierdo sin cortejo vegetativo, no relacionado con el ejercicio, de 6 meses de evolución.
Exploración física: AC rítmica a 70 lpm, sin soplos ni extratonos. AP: MVC. TA: 120/70. Abdomen: sin alteraciones.
Pruebas complementarias: ECG: RS a 70 lpm, no signos de isquemia actualmente, no bloqueos AV ni HVI.
Enfoque familiar
Vive con su mujer y su hija en un ambiente cordial. Estrés laboral.
Desarrollo
Dado que es un dolor torácico atípico con ECG normal, no se maneja como primera opción diagnóstica la cardiopatía isquémica, pensando que pudiera ser un cuadro de ansiedad. El paciente acude a urgencias hospitalarias pocos días después, siendo valorado por un cardiólogo que realiza ergometría y ecocardio siendo ambas normales. Acude de nuevo a urgencias donde le realizan las mismas pruebas con el mismo resultado. Vuelve a consultar en AP por el mismo dolor, y conociendo al paciente, se cuestiona la sospecha diagnóstica de ansiedad, por lo que se decide pautar un parche de nitroglicerina, a pesar de que las pruebas realizadas en el hospital fueron negativas. A las 72 horas se le revisa y permanece asintomático. Se deriva preferente a cardiología, donde realizan un angio-TC: lesión severa por placa blanda en OM proximal del 80%. Cateterismo: obstrucción a nivel primario OM, buen vaso distal, ICP mediante implante de STENT en primaria OM y lesión moderada en circunfleja.
Tratamiento
Stent implantado mediante cateterismo. A su tratamiento habitual se añade: acido acetil salicílico 100 mg/día y amlodipino 10 mg/día.
Evolución
Favorable. El paciente permanece asintomático.
Conocer al paciente en AP y tener la posibilidad de realizar un seguimiento estrecho, nos da la oportunidad de tener una visión global para poder valorar diferentes alternativas diagnósticas cuando la evolución del paciente no es favorable, algo que en atención especializada y sobre todo en urgencias hospitalarias es muy difícil.