XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria. Multidisciplinar.
Paciente que presenta aftas orales dolorosas de repetición coincidiendo con diferentes cuadros intercurrentes que resolvían entre 3 y 5 días. En la última visita se objetiva afta en mucosa genital.
Enfoque individual
Mujer de 34 años, sin alergias. Fumadora (10,5 paq/año) y consumo esporádico de alcohol. Antecedentes de migraña, faringoamigdalitis de repetición y conización cervical. Sin medicación habitual.
Sospechando un Síndrome de Behçet (SB) se decide derivar a segundo nivel para continuar estudio. Quantiferon negativo, HLA-B51 positivo, Test de patergia positivo. Oftalmología descarta una uveítis silente.
Enfoque familiar y comunitario
La paciente vive con su marido e hijo. Presenta una vida activa y dieta variada sin restricciones.
Antecedentes familiares: madre con fibromialgia y padre con neoplasia de pulmón.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta el cuadro como un posible SB y dado que el diagnóstico es clínico (apoyándose de manera principal en los episodios de aftas orales recidivantes asociados a la presencia de aftas genitales y uveítis) y una vez descartadas otras posibles causas (traumáticas, déficit de nutrientes, infecciones virales, fármacos, enfermedades autoinmunes o hematológicas, procesos febriles, enfermedades vesiculo ampollosas, enfermedades hereditarias, etc.), se realiza el diagnóstico.
Tratamiento y planes de actuación
Se inicia tratamiento con colchicina 0.5 mg/día, consiguiendo que la paciente presente menos reagudizaciones y que éstas resuelvan en 3-4 días sin dejar cicatrices. Se acuerda seguimiento conjunto con Medicina Interna.
Evolución
La paciente se ha mantenido estable y actualmente no presenta complicaciones.
El SB es una entidad clínica inflamatoria sistémica de etiología desconocida, generalmente con compromiso sistémico (predominantemente mucocutáneo, articular y ocular), con un patrón de exacerbación y remisión frecuente que se asocia a retraso en el diagnóstico (que, en general, supera los 5 años). Por tanto y dado que puede cursar con manifestaciones graves (ceguera, alteraciones neurológicas, digestivas, trombosis venosas y aneurismas arteriales) el médico de Atención Primaria debe sospecharla, principalmente (por su mayor prevalencia) en la población entre 20-40 años, varones y cuya procedencia va desde el mediterráneo hasta el extremo este de Asia.