XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Paciente mujer de 27 años que en contexto de cólico renal con mal control del dolor, refiere test de embarazo positivo en domicilio. La paciente pide no ser derivada a la Comadrona ya que tiene dos hijas y no quiere más visitas médicas. En consulta pactamos la realización de ecografía clínica abdominal para valorar gestación.
Enfoque individual
Antecedentes personales de talasemia minor. TPAL 2012.
Le realizamos una ecografia clínica abdominal observando dos fetos con frecuencia cardíaca positiva.
Se deriva a la paciente a Consulta de Alto Riesgo Obstetrico presentando controles clínicos y ecográficos semanales, confirmando gestación monocorial biamniótica. A lo largo de la gestación presenta episodios de dolor por cólico renal que precisa de analgesia endovenosa. A las 16 semanas de gestación presenta reacción extrapiramidal a la toma oral de metoclopramida que resuelve con la administración de ondansetron y sueroterapia en urgencias.
En el control de las 20 semanas presenta óbito de ambos fetos precisando interrupción legal del embarazo. Se contacta telefónicamente con la paciente desde primaria, al alta hospitalaria, para seguimiento del duelo.
Enfoque familiar
Al alta hospitalaria la paciente presenta clínica depresiva, con aislamiento de su familia y de sus hijas, precisando intervención sobre la paciente y sobre la familia con escucha activa y acompañamiento.
Desarrollo
La paciente presenta problemas físicos y emocionales (estado post-parto con clínica depresiva por duelo) que precisa intervención bio-psico-social.
Tratamiento
Se inicio tratamiento antidepresivo por aparición de duelo patologico a la muerte de la abuela de la paciente hacía un año. Se aumenta la frecuencia de las visitas por su médico para estrecho control de síntomas depresivos.
Evolución
La paciente evoluciona favorablement con el paso de las semanas, precisando visitas de menor frecuencia con acompañamiento de todos los miembros de la familia.
El médico de cabecera debe acompañar a los pacientes a lo largo de los diferentes sucesos que se pueden presentar: la angustia del mal control del dolor, las dudas iniciales de un embarazo, la preocupación de la evolución del mismo, la pena en el duelo. Un mayor grado resolutivo permite poder estar presente en cada una de esas fases.