XX Jornadas de Residentes y II de Tutores de la semFYC - Madrid
26 y 27 de febrero de 2016
Atención Primaria
Varón de 42 años con dolor en hemitórax derecho tipo opresivo y disnea de inicio brusco al despertarse una mañana sin cortejo vegetativo, que empeora con la respiración pero mejora con la incorporación. No refiere fiebre ni clínica infecciosa. Refiere que en octubre ha estado durante varias semanas prácticamente encamado por rotura fibrilar en extremidad inferior derecha y que hace alrededor de una semana presentó edema en extremidad inferior derecha tras un trauma en dicha extremidad. No presenta antecedentes familiares ni personales de interés. Exploración física: BEG, normoperfundido. Eupneico en reposo aunque refiere disnea cuando dice frases largas. Afebril. PA:114/78 mmHg, FC: 85 lpm, SatO2: 89 %. AC y abdomen: anodino. Antecedentes personales: hipofonesis generalizada. No ruidos sobreañadidos. EEII: sin edema, no se observan ni se palpan cordones varicosos, Hommans negativo, pp positi. NRL: COC, Glasgow 15, PICNR, pares craneales sin alteraciones. Exploraciones complementarias: analítica con dímero D de 9,4 mcg/ml, troponina I primera: 0,336, segunda: 0,302, gasometría arterial pO2: 48 mmHg, pCO2: 31,1 mmHg, SatO2: 84,7%. Rx de tórax: sin condensaciones ni derrames. Angio-TC arterias pulmonares: tromboemblolismo pulmonar bilateral extenso. Eco-Doppler EEII: trombosis venosa profunda que afecta a la vena poplítea derecha.
Diagnóstico diferencial: infarto agudo de miocardio/pericarditis/insuficiencia cardíaca congestiva/neumotórax/neumonía/pleuritis/taponamiento pericárdico. Diagnóstico: tromboembolismo bilateral extenso como consecuencia de trombosis venosa profunda vena poplítea derecha por inmovilización.
Desde Atención Primaria podemos diagnosticar y tratar, pero también podemos seguir al paciente durante un episodio crítico, así como la posterior evaluación del proceso. Es importante dar desde un principio las directrices oportunas a seguir durante un proceso agudo banal (en este caso, haber evitado el encamamiento), ya que, si no lo hacemos, las consecuencias que en teoría son poco probables se pueden producir, y en esto consiste el principal papel de Atención Primaria, en prevenir.