XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Servicio de urgencias de Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Vómitos.
Enfoque individual
AP: NAMC. No antededentes patológicos.
Anamnesis: Niña de 4 años con cuadro clínico de tres días de evolución de vómitos en número indeterminado asociado a polidipsia. Sin fiebre ni deposiciones diarreicas. No tolera vía oral.
Exploración física: somnolienta, mal estado general, palidez de piel y mucosas, signos de deshidratación, hipotonía, taquipneica con respiración de Kussmaul. AC: tonos rítmicos a 120 lpm, AR: MVC sin ruidos sobreañadidos. Abdomen: blando, depresible, no doloroso a la palpación, RHA normales, no signos de irritación peritoneal, Blumberg y Murphy negativos.
Constantes: TA: 100/60, FC: 120 lpm, Tª: 36.2ºC, SatO2: 89%, Glucemia capilar: HI.
ECG: ritmo sinusal a 120 lpm, eje normal, sin trastornos en la repolarización ni otros hallazgos patológicos.
Acudió hace tres días a urgencias hospitlarias por vómitos, donde la exploración física fue anodina, sin realización de más pruebas complementarias. Dada de alta con dieta para GEA, paracetamol y metoclopramida.
Enfoque familiar y comunitario
La paciente vive con sus padres y sus cinco hermanos. Son marroquís. Barrera idiomática.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
En un primer momento pensamos en cuadro de deshidratación grave por GEA, pero tras glucemias capilares realizadas en tres ocasiones con: HI, nos orientó hacia un debut diabético con cetoacidosis.
Tratamiento y planes de actuación
Se trasladó al hospital de referencia con monitorización, sueroterapia y oxígeno con gafas nasales.
Evolución
A su llegada a box de críticos, valoración pediátrica:
Mejoría de constantes y progresiva recuperación del estado de conciencia, responde a estímulos dolorosos y dice su nombre. Resto de exploración sin cambios.
Pruebas complementarias:
Analítica de sangre: glucosa 610 mg/dl, sodio 131, potasio 4.4.
Gasometría venosa: pH 6.96, bicarbonato 4.4 mmol/l.
Se procedió a tratar con insulina y bicarbonato iv, e ingresó en UCI pediátrica con diagnóstico de: Debut diabético con cetoacidosis grave. Deshidratación grave.
Aproximadamente, la mitad de los niños diabéticos presentan cetoacidosis en el momento del diagnóstico. Es la principal causa de morbimortalidad por esta enfermedad, y su reducción depende del manejo adecuado.
El papel del médico de familia es de vital importancia tanto en el diagnóstico precoz, a veces con una simple glucemia capilar a tiempo evitaríamos estas complicaciones, como en el seguimiento de la evolución y la cumplimentación del tratamiento.