13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria y Servicios de Urgencias.
Inestabilidad de la marcha y visión borrosa de 3 días de evolución.
Enfoque individual
Hombre de 21 años, fumador (2 paquetes-año), consumo moderado de alcohol. Antecedente familiar: madre con síndrome de Brugada. Antecedentes personales sin relevancia. Independiente, convive con sus padres, trabaja como cocinero.
En Atención Primaria (AP) refiere inestabilidad súbita en bipedestación, tinnitus autolimitado y desequilibrio que cedía en decúbito, sin clínica acompañante. Aunque la exploración inicial es aparentemente normal, se decide derivación a Urgencias. Allí se objetiva cuadrantanopsia izquierda y marcha en tándem alterada (NIHSS 2), evolucionando a hemianopsia homónima persistente.
Enfoque familiar y comunitario
Madre portadora de desfibrilador por síndrome de Brugada.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
ECG: arritmia sinusal respiratoria. TC craneal: lesión isquémica en arteria cerebral posterior (ACP) derecha. RM: infarto agudo-subagudo en ACP derecha (P3). Ecocardiografía transesofágica: foramen oval permeable (FOP) con shunt derecha-izquierda. Eco-Doppler MMII: sin trombosis. Estudio inmunológico y SAF: negativos.
Juicio clínico: infarto isquémico en territorio superficial y profundo de ACP derecha, probablemente relacionado con FOP. Se consideraron causas embólicas, arritmias y patología vascular intracraneal.
Tratamiento y planes de actuación
Ingresa en Unidad de Ictus. Antiagregación con ácido acetilsalicílico. Valoración multidisciplinar y rehabilitación precoz. Estudio de trombofilias pendiente. Persistencia de hemianopsia homónima izquierda al alta (NIHSS 2, mRs 1).
Evolución
Seguimiento ambulatorio y posible cierre quirúrgico de FOP.
El caso resalta el papel de Atención Primaria en la detección de un ictus en paciente joven, con clínica atípica y exploración inicialmente anodina. El juicio clínico de una primera valoración, permite sospechar un evento neurológico y derivar precozmente, evitando retrasos diagnósticos. La coordinación con el hospital posibilita un abordaje integral y terapéutico individualizado. Atención Primaria resulta clave para identificar factores de riesgo modificables y actuar como primer filtro en cuadros que pueden simular patología banal, pero ocultar procesos graves.