XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
MOTIVOS DE CONSULTA
Varón de 72 años, con episodios de heteroagresividad y trastorno de conducta cada vez más frecuentes.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Antecedente personales: Vive sólo. Es analfabeto y soltero. HTA controlada con Enalapril 20/día. Trastorno bipolar en tratamiento con litio, en seguimiento por psiquiatría a demanda.
Anamnesis: Presenta deterioro cognitivo moderado, por lo que su sobrina solicita valoración por neurología. El paciente es diagnosticado de deterioro cognitivo primario, pautándole memantina en pauta ascendente hasta los 10 mg/día.
A los 2 meses el paciente está más deteriorado, con ideas delirantes y tras una caída accidental, ingresa en planta.
Exploración física: buen estado general, acr normal, abdomen normal, Mini-Mental (MEC de Lobo)= 17 puntos (demencia moderada).
Pruebas complementarias: Analítica con Hb 11,3; TSH en 3,02 UI/mL; Vitamina B12 y Ác. Fólico en rangos de normalidad.
TAC craneo sin contraste: normal.
Enfoque familiar
La sobrina, que es la cuidadora principal presenta un Apgar Familiar 6, disfunción familiar moderada. El paciente no cuenta con una red de apoyo social salvo por la sobrina. Bajo nivel de ingresos (paga no contributiva). No pueden permitirse residencia especializada.
Desarrollo
Demencia tipo Alzheimer avanzada. Mal apoyo familiar con escasa red social y dificultad para adaptación a acontecimientos vitales estresantes. Delirios.
Tratamiento
Desprescripción: deshacer prescripciones en las que los efectos secundarios del paciente superan las mejoras conseguidas con el tratamiento crónico. En este caso retirada de memantina y seguimiento en consulta con entrevista clínica a cuidadora habitual.
Evolución
Su médico de cabecera le retira memantina, por falta de evidencia de beneficio y el paciente mejora su trastorno conductual. Nos planteamos que en este paciente la memantina ha tenido como efecto secundario agresividad y aparición de delirios.
CONCLUSIONES
Merece la pena reducir o cambiar tratamientos en el paciente anciano en el momento en que los riesgos de su uso superen los beneficios. Hay que replantearse el plan terapéutico y no dudar en quitar, sustituir o reducir dosis del fármaco. Es importante realizar planes individualizados de tratamiento y realizar el seguimiento del mismo para detectar posibles efectos secundarios.