Nos avisan de un domicilio para uno de nuestros pacientes. Se trata de Avelino, hombre de 81 años, dependiente para todas las actividades básicas de la vida diaria, encamado, con demencia grave. Vive con su hija que nos solicita visita en el domicilio porque su padre presenta cuadro de diarrea desde ayer con febrícula asociada y empeoramiento del estado general con mucha inquietud.

Enfoque individual

Antecedentes personales: hipertensión arterial, dislipemia, diabetes mellitus tipo 2, angina de esfuerzo hace 20 años con 2 stents coronarios, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica. A tratamiento con Omeprazol, Ramipril, Atorvastatina, Metformina, ácido acetilsalicílico, Haloperidol, Diltiazem y Durogesic parches.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Juicio clínico: impactación fecal asociada a diarrea por rebosamiento, secundario a polifarmacia.

Diagnóstico diferencial: estreñimiento por baja ingesta de fibra, poca ingesta hídrica, gastroenteritis vírica.

Tratamiento y planes de actuación

A nuestra llegada al domicilio encontramos al paciente desasosegado. Tª 38ºC, resto de constantes en rango. En la exploración física la palpación abdominal impresiona de dolorosa, aunque sin signos de irritación peritoneal. Resto normal. En tacto rectal se palpa fecaloma en ampolla rectal. Se intenta extracción de fecaloma que resulta efectiva parcialmente y se decide derivación a Urgencias hospitalarias.

En Urgencias se realiza analítica, sistemático y sedimento de orina y radiografía abdominal que resultan normales. Se produce extracción completa de fecaloma y se decide alta domiciliaria.

Evolución

Una vez dada de alta, su médico de familia le modificó la medicación, que junto con Macrogol hizo que mejorara el hábito intestinal de nuestra paciente, sin nuevos episodios de impactación fecal.

Es fundamental que los médicos de familia reconozcamos la importancia de la deprescripción farmacológica en la práctica clínica diaria. Los criterios STOPP-START y STOPP-PAL son herramientas valiosas que pueden guiar a los profesionales de la salud en la identificación de medicamentos inapropiados y en la optimización del tratamiento de sus pacientes. Al implementar estos criterios, los médicos podemos reducir el riesgo de efectos adversos, mejorar la calidad de vida de los pacientes y contribuir a un uso más racional de los recursos sanitarios. Es crucial seguir actualizando nuestros conocimientos y habilidades en deprescripción para brindar una atención integral y personalizada a nuestros pacientes. Ya que podemos aliviar a nuestros pacientes pautando fármacos, pero en ocasiones, podemos aliviar aún más retirándolos.