XXI Jornadas de Residentes y III de Tutores de la semFYC - Cáceres
10 y 11 de noviembre de 2017
Atención Primaria.
Lesión cutánea.
Enfoque individual
Mujer de 46 años que acude a consulta por aparición hace tres días de una lesión cutánea en cuadrante superointerno de mama izquierda, con molestias locales (prurito y ardor), sin otros síntomas sobreañadidos a la anamnesis dirigida. Niega ingesta de fármacos, introducción o uso de nuevos alimentos, cosméticos, textil u otros alérgenos recientemente. Actualmente se encuentra en el período menstrual. Refiere que desde hace nueve años presenta episodios similares unas cuatro o cinco veces al año en relación con el periodo menstrual, autolimitados al cabo de 10-12 días, por los que no ha consultado previamente.
Antecedentes personales: G2A0P2V2, menarquia a los 15 años, sin alergias medicamentosas conocidas ni otros antecedentes personales de interés, salvo virus herpes simple (VHS) de repetición en surco nasofacial, sin tratamiento activo habitual.
Exploración física: placa formada por lesiones pápulo-vesiculosas sobre base eritematosa de 2 x 1 cm, aproximadamente, de aspecto herpetiforme.
Enfoque familiar
Mujer y madre trabajadora de estrato social medio, vive con su familia en una zona residencial construida en los últimos 15 años en el municipio de Parla (Madrid).
Diagnóstico diferencial
VHS frente a dermatitis autoinmune en relación con ciclo menstrual.
Tratamiento
Ante la sospecha de posible dermatitis autoinmune en relación con la menstruación, se decide pautar corticoide tópico y derivar a la paciente a Dermatología para completar su estudio.
Evolución
Para descartar VHS, se toma una muestra para cultivo, que resulta negativo con desaparición progresiva de la lesión. Tras concluir que se trata de una posible dermatitis autoinmune por progesterona (DAP), se indica a la paciente que consulte otra vez si hay una nueva aparición para hacer una biopsia y plantear otras opciones terapéuticas.
La dermatitis autoinmune por progesterona es una entidad poco frecuente debida a una reacción de hipersensibilidad autoinmune en relación con las fluctuaciones de progesterona endógena durante la fase lútea del ciclo menstrual de la mujer, y tiende a autolimitarse al finalizar el período, presentando un amplio espectro clínico (urticaria, eccema, erupciones vesiculo-bullosas, etc.) con gravedad variable y cuya patogenia se desconoce actualmente. El diagnóstico es clínico y en ocasiones se confirma mediante un test de provocación intradérmica con progesterona. Nguyen T. y colaboradores proponen varias líneas terapéuticas: el tratamiento sintomático consistiría en el uso de corticoides y antihistamínicos, siendo el tratamiento específico la supresión de secreción de progesterona mediante la anovulación. Conocer esta entidad pese a su baja frecuencia y la posibilidad de tratamiento con anticoncepción hormonal podría ser de utilidad para el abordaje.