Atención Primaria.

Bultoma torácico de 5 meses de evolución.

Enfoque individual

No alergias medicamentosas. Exfumador desde hace 1 año. Hipertenso y diabético. Antecedente de neoplasia de laringe. Refiere que desde hace 5 meses presenta una tumoración en tórax, indolora, y de crecimiento rápido. No otra clínica de interés. A la exploración, nódulo de unos 7 cm de diámetro, localizado en hemitórax derecho, de consistencia dura e irregular, indoloro a la palpación.

Hallazgos ecográficos

Se realiza ecografía en el centro de salud. Se describe una lesión localizada en tejido celular subcutáneo, con bordes irregulares y ecogenicidad muy heterogénea, sin evidenciar infiltración de planos profundos.

Pruebas complementarias

Se solicita radiografía torácica, que resulta normal. 

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante la sospecha de malignidad, se deriva preferente al servicio de cirugía general. Se solicita PAAF (punción y aspiración con aguja fina) y BAG (biopsia con aguja gruesa), con diagnóstico de tumoración mesenquimal compatible con dermatofibrosarcoma protuberans.

Tratamiento y planes de actuación

Se deriva nuevamente al servicio de cirugía plástica para, tras presentarse en sesión multidisciplinar, programar exéresis de la lesión con márgenes amplios y cobertura con colgajo de dorsal ancho.

Evolución

Tras la cirugía y la buena evolución de la incisión y del colgajo, se decide alta al domicilio, con seguimiento en las consultas de cirugía plástica para revisar la evolución. Posteriormente se decide tratamiento radioterápico complementario.

El dermatofibrosarcoma protuberans es una neoplasia cutánea maligna de incidencia muy baja, y se comporta como una lesión con alta capacidad de recidiva local, pero bajo riesgo de metástasis. No obstante, la presencia de alta densidad celular y elevado índice mitótico se asocian con mayor riesgo de metástasis a distancia. La ecografía clínica y su disponibilidad en la Atención Primaria constituye una herramienta muy importante, ya que nos permite discriminar entre lesiones con características sugestivas de benignidad o malignidad. De ahí la importancia de incluir la ecografía como una de las competencias clínicas propias de la medicina de familia, así como elaborar programas de formación para conocer los fundamentos de la ecografía clínica y sus aplicaciones en nuestra actividad asistencial diaria.