XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Renovación de tratamiento.
Enfoque individual
Mujer de 40 años, afectada por el Síndrome del aceite tóxico (aceite de Colza adulterado), desde los 10 años de edad. Tiene revisiones en el Centro Hospitalario de referencia cada 6 meses y aún no nos ha traído informes con los resultados de sus revisiones porque refiere que a ella no le dan nada. Refiere calambres, artralgias, alteraciones del ánimo, fibromialgias y no se identifica con su imagen corporal.
Exploración física: piel de aspecto esclerosa, dura al tacto, sin fóvea, brillante y alternando áreas de hiper e hipocromía. Alopecia difusa. Peso 147 kg, talla 158 cm, IMC 46,5%. TA 184/ 100 mmHg. FC 97lpm. ACP: rítmica, no soplos. Murmullo vesicular conservado. Abdomen: blando, depresible, globuloso, difícil de palpar por la obesidad. No doloroso. MMII: varices, no edemas maleolares.
Enfoque Familiar
Paciente de raza gitana, de clase social baja, analfabeta, divorciada y ama de casa. Vive con su hija de 14 años.
Paciente difícil por falta de confianza en el médico de Familia para hablar de sus revisiones, el trato es correcto pero rechaza aportar pruebas complementarias o informes médicos de sus revisiones en Madrid.
Desarrollo
Juicio clínico: Síndrome del aceite tóxico. HTA. Obesidad mórbida.
Identificación de problemas: detectamos hipertensión mal controlada y proponemos reforzar tratamiento antihipertensivo y realización de analítica.
Tratamiento
Tratamiento habitual con amlodipino 10 mg, valsartan 160 mg, hidroclorotiazida 12,5 mg, calcifediol gotas, hierro, omeprazol.
Reforzamos el tratamiento con doxazosina 8 mg y citamos en 4 días.
Evolución
La paciente accede a realizarse analítica en nuestro centro, la cual nos indica daño renal, con creatinina 2,5 y urea 23. Anemia normocítica, hipercalcemia, hiperparatiroidismo, déficit de vitamina D.
Tras varias visitas programadas para control de la hipertensión arterial, la relación clínica fue mejorando, venciendo los miedos y falsas creencias (como pérdida de su indemnización por discapacidad), de modo que fue derivada al Servicio de nefrología de referencia para su más cercano control y asegurarnos el correcto seguimiento de esta paciente. Ha pasado un año, seguimos sin conocer los resultados de las revisiones realizadas en Madrid (y si las lleva a cabo), su tensión está mejor controlada y ha mejorado la adherencia.