13-14-15 de noviembre de 2025
Optimizar la farmacoterapia y mejorar la calidad de vida de los pacientes polimedicados.
Adaptar los tratamientos a la situación clínica, funcional y expectativas de vida.
Disminuir la incidencia de efectos adversos, interacciones y complicaciones asociadas a la polimedicación.
Fomentar la implicación activa del paciente en el proceso de deprescripción.
Durante los años 2023 y 2024 se identifica a los pacientes polimedicados susceptibles de beneficiarse de un proceso de deprescripción a través de listados de mayores de 73 años que reciben tratamiento crónico con más de 4 fármacos y que son citados activamente para revisión de tratamiento, mediante captación oportunista en el momento de revisión de procesos crónicos o en consultas a demanda. Se utiliza el listado de fármacos potencialmente inadecuados en ancianos para identificar pacientes prioritarios desde la consulta de enfermería. Se programa una cita específica para la revisión del tratamiento aplicando los criterios STOPP/START previa revisión médica con un check list y por parte del farmacéutico de Atención Primaria en los casos más complejos. Realizado el proceso de discriminación de forma conjunta con el paciente se priorizan los fármacos a retirar y se establece un calendario. Se programan controles mediante cita telefónica por parte del enfermero de referencia a las 2 y 6 semanas destinado a detectar problemas surgidos de la retirada.
Proponemos un abordaje conjunto por medicina y enfermería que permite detectar los pacientes que se benefician de reducir su tratamiento farmacológico implicándolo en la toma de decisiones. Esta estrategia nos ha permitido reducir significativamente los pacientes polimedicados y fomentar una mayor implicación tanto de enfermería como de los usuarios.
Creemos que esta propuesta es aplicable en cualquier equipo de atención primaria. El proceso se ve facilitado por la integración de enfermeros y farmacéuticos. La clave está en la sistematización y en el trabajo colaborativo entre profesionales.