Atención primaria.
Motivos de consulta: Mujer de 58 años que consulta por bultomas múltiples de un mes de evolución.
Enfoque individual
- Antecedentes personales: Sin factores de riesgo cardiovascular. No hábitos tóxicos. Antecedentes de colecistectomía, implante coclear por hipoacusia neurosensorial bilateral y síndrome depresivo. Antecedentes familiares: Sin antecedentes familiares de interés.
- Anamnesis: Consulta por aparición de nódulos subcutáneos en distintas localizaciones de un mes de evolución, dolorosos a la palpación. Niega síntomas sistémicos.
- Exploración: Dos nódulos subcutáneos de consistencia dura de unos 2 cm en antebrazo izquierdo y otro de unos 2,5 cm en hombro derecho. No signos flogóticos. Ecografía clínica: en antebrazo izquierdo, dos nódulos de 2.1cm y 1.4cm bien delimitados, de consistencia heterogénea, doppler positivos. En hombro derecho, nódulo de 2,3cm de mismas características.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Nódulos subcutáneos sospechosos.
Tratamiento y planes de actuación
Dadas las características ecográficas y exploratorias de las lesiones, junto a la rápida progresión la sospecha de letálides tras la realización de ecografía, se decide derivar a medicina interna de forma preferente.
Evolución
Evolución La biopsia confirma infiltración cutánea por neoplasia mieloide (sarcoma mieloide/leucemia cutis). La paciente ingresa a cargo de Hematología iniciándose tratamiento quimioterápico con desaparición de los nódulos subcutáneos de forma progresiva en pocos días. La paciente permanece ingresada tras 3 semanas de tratamiento con algunas complicaciones menores de la quimioterapia pero estable.
Conclusiones Las letálides o metástasis cutáneas, en raras ocasiones (0,7-9%), pueden ser la primera manifestación de un proceso neoplásico desconocido, y suelen tener mal pronóstico. Por su accesibilidad, atención primaria suele ser el primer lugar de visita de estos pacientes y es importante identificar aquellos nódulos sospechosos para otorgarle al paciente la atención más temprana posible. Sin bien es cierto que una buena anamnesis y exploración física son las herramientas más fuertes del médico de familia, la ecografía clínica nos puede ayudar a apoyar nuestras sospechas y darle prioridad a aquellos pacientes que lo precisen.