10 y 11 de noviembre de 2022
En el contexto de una población envejecida, la fragilidad se constituye como un síndrome geriátrico que favorece la aparición de discapacidad y dependencia, ingreso y muerte. Desde Atención Primaria es fundamental la detección de personas en riesgo y la intervención para frenar su avance.
Diseñar un programa de intervención comunitaria interdisciplinar, dirigido por Enfermería Familiar y Comunitaria, para la detección precoz de la fragilidad siguiendo las recomendaciones del Documento de Consenso sobre Prevención de la Fragilidad en la Persona Mayor.
Detección precoz de la fragilidad (Índice Barthel, Short Physical Performance Battery y Fenotipo de Fragilidad-FRIED), valoración geriátrica integral y los programas comunitarios en nuestro centro: OTAGO, ACTIVA, Aula Abierta de Salud, Activos de salud de la ZBS, valoración de la adherencia terapéutica y prevención cuaternaria, valoración de la dependencia y programas específicos del plan personal de OMI-AP.
Estudio cualitativo con diseño basado en el Proceso de Atención de Enfermería, dirigido a la población de 70 años o más, perteneciente a la zona básica de salud especificada. El muestreo será no probabilístico, de tipo oportunista. Según el Índice de Barthel, aquellos con puntuación igual o superior a 90 serán incluidos en el programa para detección de riesgo de fragilidad y su posterior derivación a los programas comunitarios que se desarrollan en el centro de salud.
Se expondrán en forma de plan de cuidados comunitario, con los distintos diagnósticos de enfermería identificados y las actividades y programas comunitarios en los que se ha incluido. Se utilizará la escala Likert de valoración de los Resultados de Enfermería (NOC).