XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Mixto (atención primaria/especializada).
Caso multidisciplinar.
Déficit motor en MMSS.
Enfoque individual
Antecedentes personales: sin interés.
Mujer, 50 años, que acude a nuestra consulta por presentar torpeza motora en MMSS con caídas frecuentes y marcha lenta. A la exploración física se evidencia fascies hipomímica, rigidez axial, marcha con disminución del braceo bilateral sin temblor ni otras alteraciones. Se deriva a CCEE de Neurología para estudio y solicitamos analítica con perfil tiroideo, B12 y fólico con resultado normal.
Pruebas complementarias: RMN cerebral, EMG y EEG sin alteraciones. DaTscan: afectación dopaminérgica presináptica a nivel de ganglios basales compatible con síndrome parkinsoniano.
Enfoque familiar
Casada y sin hijos, con estudios superiores de Administración e independiente hasta el momento para todas las actividades. Madre fallecida por enfermedad de Alzheimer.
Desarrollo
El diagnóstico diferencial de un síndrome parkinsoniano se debe hacer con las siguientes patologías: enfermedad de parkinson, temblor esencial, parálisis supranuclear progresiva, atrofia sistémica múltiple, degeneración corticobasal, parkinsonismo por fármacos (antipsicóticos, amiodarona, litio, alfametildopa, inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la acetilcolinesterasa) o por sustancias tóxicas.
Tratamiento
Se pauta tratamiento con ropirinol y levodopa.
Evolución
A los síntomas motores que presentaba la paciente, se sumaron mioclonías y alteraciones cognitivo-conductuales que hacían que cada vez fuese más dependiente para las actividades de la vida diaria. Presentó escasa respuesta al tratamiento pautado por lo que desde el servicio de Neurología se plantearon el diagnóstico de parkinsonismo atípico (probable degeneración córtico-basal). Actualmente, es incapaz de caminar sin ayuda, no tiene control cefálico, lleva pañales y es portadora de sonda nasogástrica.
La DCB es una enfermedad que requiere de confirmación anatomopatológica para su diagnóstico definitivo. No existe ningún tratamiento curativo o que frene la progresión de la enfermedad, por lo que éste se limita únicamente al manejo sintomático. Se recomienda intentar un tratamiento con levodopa, ya que puede mejorar transitoria y levemente los síntomas motores; así como el manejo precoz de la disfagia, mediante espesantes y gastrostomía percutánea endoscópica (desde Atención Primaria hemos solicitado derivación para realizar dicha intervención en esta paciente), y de la inestabilidad postural, mediante fisioterapia, andadores o silla de ruedas, para evitar complicaciones.