XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria.
Mal control diabético.
Enfoque individual
Hombre de 75 años con antecedentes de obesidad grado 2, hipertensión arterial (HTA) en tratamiento con 3 fármacos (olmesartán, amlodipino, atenolol), dislipemia en tratamiento con simvastatina, enfermedad renal crónica estadío 2 y fibrilación auricular en tratamiento con acenocumarol.
Es diagnosticado de pre-diabetes en junio de 2022 (HbA1c 6.2%). Se le indican medidas higiénico-dietéticas.
En un control al año el paciente presenta aumento de peso de 15 kg, mal control tensional (TA 180/100 mmHg) y empeoramiento del control metabólico, diagnosticándose de DM2 (HbA1c 9.8%). La función renal se mantiene estable pero presenta microalbuminúria (335 mg/L). En la anamnesis dirigida, el paciente explica que en los últimos tres meses ha estado comiendo un bote de piña en almíbar al día.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Síndrome metabólico y mal control metabólico de DM2, de rápida instauración, en contexto de transgresión dietética.
Tratamiento y planes de actuación
Se refuerzan medidas higiénico-dietéticas y se indica inicio de tratamiento farmacológico con metformina 850 mg cada 12 h. Al cabo de dos semanas requiere disminución de dosis a 850 mg cada 24 h por intolerancia digestiva; se añade repaglinida.
Se deriva a Nefrología por hipertensión de difícil control; se inicia cuarto fármaco antihipertensivo (espironolactona) y arGLP1 (semaglutida) y se solicita estudio de secundarismo de HTA, que resulta negativo.
Evolución
A los seis meses el paciente se mantiene adherente a la dieta prescrita y presenta disminución de 5 kg de peso. Aunque todavía sigue hipertenso, ha mejorado el control tensional (150/90) y se ha conseguido un excelente control glicémico, con HbA1c 5,8%. La microalbuminúria ha mejorado (168 mg/L). Se suspende repaglinida.
Consideramos que el mérito no es del fármaco antidiabético glucosúrico, sino de la anamnesis y las medidas dietéticas. Ambas constituyen un pilar básico en el manejo de la DM2 y sus complicaciones.