ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria.
MOTIVO DE CONSULTA
Dolor abdominal de larga evolución.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Antecedentes personales: mujer, 34 años, fumadora de 10 cigarrillos/día. En seguimiento por salud mental por síndrome ansioso relacionado con el trabajo.
Anamnesis: paciente que acude a consulta de Atención Primaria y a Urgencias en repetidas ocasiones por epigastralgia, hinchazón abdominal y flatulencia desde hace año y medio sin mejoría a pesar del tratamiento pautado. Persisten síntomas tras erradicación de H. pylori. El dolor le dificulta el sueño y aumenta en períodos de mayor estrés.
Exploración física: molestias a la palpación profunda en epigastrio con timpanismo a la percusión. Resto de la exploración normal.
Pruebas complementarias: analíticas en urgencias y en primaria normales. Test H. pylori positivo, por lo que se realiza tratamiento erradicador, con test negativo posterior. Radiografías abdominales normales. Ecografías abdominales: llamativa interposición gaseosa en epigastrio sin otros hallazgos.
Enfoque familiar
Vive con su pareja. Trabaja de teleoperadora con varias incapacidades temporales por estrés y maltrato psicológico en el trabajo
Diagnóstico diferencial
Dispepsia funcional, neoplasia gástrica, gastritis crónica.
Tratamiento
Tratamiento erradicador de H. pylori con cuádruple terapia.Tratamiento analgésico. Gastroscopia e interconsulta con digestivo.
Evolución
Debido a ausencia de mejoría de la paciente tras erradicación de H. pylori y analgesia, se solicita gastroscopia, con hallazgo de tricobezoar gástrico no extirpable endoscópicamente y confirmado por Anatomía Patológica. Se remite a cirugía general y se realiza TAC abdominal que confirma el diagnóstico. Un mes después, el tricobezoar es extirpado quirúrgicamente mediante gastrostomía con buena evolución postoperatoria. Por otra parte, la paciente continúa en seguimiento psiquiátrico.
CONCLUSIONES
El tricobezoar gástrico es una sustancia extraña en el estómago, formado por pelo, moco y fragmentos de alimentos, cuyo tratamiento es la extirpación quirúrgica. Asimismo, el control psiquiátrico postoperatorio es fundamental, ya que suele existir de fondo un conflicto afectivo que perpetúa el hábito de ingerir cabello.
Es importante tener en cuenta que nuestros prejuicios no pueden desviarnos de realizar un abordaje integral del problema. En nuestro caso, debido a los antecedentes de patología psiquiátrica de la paciente no se consideró la ausencia de eficacia del tratamiento analgésico ni el abordaje familiar y comunitario para el diagnóstico.