Atención Primaria.

El paciente refiere tos residual y molestia al tragar, de 2 meses de evolución, a pesar de poder ingerir bien tanto sólidos como líquidos. Detalla que le resulta cada vez más complicado ingerir alimentos o bebidas y acude ahora por notar, además, un abultamiento en la zona anterior del cuello. 

Antecedentes personales: no sufre enfermedades crónicas, ni cirugías previas ni ingresos hospitalarios. 

Refiere 2 meses con una sintomatología a la cual no dio importancia, pero que comienza a interferir con su vida normal. No refiere atragantamiento, ni expulsión de alimentos, ni exceso de saliva en la boca. 

El síntoma principal es tos residual y presión al deglutir en la zona anterior del cuello. Refiere beber agua con frecuencia a pesar de la molestia. 

A la exploración presenta faringe y cavidad bucal normales, y la lengua está normohidratada. A la palpación del cuello se aprecia una masa elástica y móvil a la deglución con dudoso aumento del lóbulo tiroideo izquierdo. 

Pedimos una ecografía de partes blandas de la parte anterior del cuello y una analítica para el estudio de hormonas tiroideas (normales en analítica de mayo de 2018). 

No existen antecedentes familiares relacionados con la sospecha clínica. 

La sospecha diagnóstica es una patología de la glándula tiroidea con aumento de esta. También se sopesó patología esofágica, que se descartó por no existir disfagia y una posible deshidratación que se comprobó en la exploración. 

Analítica: normal (TSH 3,69). 

Ecografía: sugerente de bocio multinodular con aumento difuso en la glándula, multinodular (entre 22-10 mm) con ecogenicidad de parénquima glandular y lóbulo izquierdo aumentado. 

Con estos datos se deriva al Servicio de Endocrinología para valorar tratamiento quirúrgico. 

Se cita semanalmente al paciente para revisión.

Podemos extraer que, a pesar de la aparente banalidad de los síntomas, la evolución e interferencia con su vida diaria, hay que realizar una buena anamnesis y exploración para extraer datos que orienten el diagnóstico y descartar otras patologías. Además, cabe revisar al paciente para controlar su patología antes de su tratamiento definitivo.