Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Atención Primaria.
Paciente mujer de 42 años que consulta por afta bucal que no cura.
Enfoque individual
Antecedentes personales:
Sin alergias medicamentosas conocidas
Episodios repetidos de bronquitis aguda.
Dependencia al consumo de alcohol, cocaína, nicotina y cannabis. No UDVP
Trastorno de ansiedad
Anamnesis: la paciente no tiene vinculación con el CAP ni accede a realizarse analíticas hasta el momento en el que consulta por el afta bucal.
Exploración: regular estado general, taquipneica en aire ambiente, asténica y con un afta bucal dolorosa en comisura izquierda de 3x3 cm de características necróticas donde no se observa sangrado ni exudado.
Pruebas complementarias: se le informa de resultados de analítica solicitada en la visita previa donde aparece linfopenia de 700x10E9/L junto a hiperferritinemia de 625 ng/mL, ferropenia de 35 ng/mL sin anemia, función renal y hepática conservadas y 764.000 copias de ARN/mL del VIH-1.Enfoque familiar y comunitario
Enfoque familiar y comunitario: vive con su madre y hermano.Independiente para las actividades básicas. Incapacidad del 35%.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta el caso como cuadro infeccioso multifactorial VIH positivo en probable fase SIDA.Tratamiento y planes de actuación
Se deriva a servicio de urgencias hospitalarias.Evolución
Ingreso por infección pulmonar por Pneumocystis jirovecii y citomegalovirus, infección orofaríngea por VHS y candidiasis además de retinitis por VIH.
Consigue vinculación con el Servicio de Enfermedades Infecciosas además de con el CAP, desde donde contactamos en varias ocasiones con el referente de VIH del Hospital para coordinar su seguimiento.
El diagnóstico de VIH en Atención Primaria no solo requiere que el equipo tenga conocimientos sobre la patología, sino una visión biopsicosocial que nos permita valorar distintos aspectos psicológicos, familiares, sociales y laborales.
Un abordaje adecuado y continuado en el tiempo con una buena vinculación, sitúan a la Médica de Familia en una posición de privilegio en el abordaje de los mismos.
Además ocupa un lugar relevante en el asesoramiento sobre las medidas de prevención de la transmisión y el ofrecimiento de la prueba para facilitar el diagnóstico precoz, la captación del paciente seropositivo y la derivación a la unidad de atención especializada. Así pues, enriquecen mucho el manejo de la misma el seguimiento y el control a lo largo del tiempo de forma conjunta con los especialistas hospitalarios.