XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria, Servicio de Urología
Paciente de 74 años de edad que acude a consulta de atención primaria por incontinencia urinaria de 4 años de evolución. Escapes gota a gota, con los esfuerzos y con componente de urgencia. Necesidad de 3-4 compresas diarias, no sensación de bultoma, sí prurito vulvar (diagnosticada de craurosis vulvar). 2 Partos vaginales.
Enfoque individual
Antecedentes personales:
hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad de Parkinson idiopática en estadío 1 de Hoeny Yarh, con el 100% de actividades de la vida diaria.
Anamnesis:
Acude a consulta por presentar incontinencia urinaria de esfuerzo e infecciones urinarias de repetición. Se descarta en consulta de la mujer de atención primaria patología ginecológica como causa de la misma y por dicha razón se deriva al servicio de urología para estudio y valoración.
Exploración:
Genitales de aspecto normal, con importante craurosis vulvar. No prolapso uterino. No cistocele ni rectocele. Fugas de orina con Valsalva (gotas). Motilidad uretral con el Valsalva 10 grados. Test de Bonney positivo.
Pruebas complementarias:
En consulta de urología se le solicita ecografía, analítica general con sedimento urinario, urocultivo y estudio urodinámico
Ecografía: Tumoración renal izquierda de aspecto neoplásico.
Tac abdominopélvico con contraste: Hallazgos radiológicos sugerentes de CCR izquierdo estadío I.
Analítica general: hemograma normal, fósforo 5 (valores normales: 2.3-4.5), resto, incluido TSH, cerulopasmina y bioquímica normales.
Enfoque familiar
Buen apoyo familiar, está casada y tiene 2 hijos que la apoyan.
Desarrollo
Carcinoma renal estadío I
Adenoma metanéfrico, nefroma quístico, adenoma papilar, angiomiolipoma.
Tratamiento
Nefretomía radical izquierda, control semestral con tac toracoabdominopélvico
Evolución
La paciente actualmente se encuentra en muy buen estado de salud, sigue revisiones por el servicio de urología y no existen evidencias de progresión de enfermedad.
En este caso la exploración exhaustiva de la paciente para descartar patología ginecológica fue fundamental para la correcta derivación de la paciente al servicio de urología. El hallazgo casual de cáncer renal en sus primeros estadíos fue definitivo para evitar la progresión de la enfermedad.