Servicios de Urgencias.

Diarrea y astenia.

Enfoque individual

Mujer de 31 años con antecedentes personales de Miastenia Gravis y Celiaquía, que acude a Punto de Atención Continuada por cuadro de diarrea (3-4 deposiciones diarias con moco y restos hemáticos) y dolor abdominal de 10 días de evolución. Afebril.

Regular estado general. Tensión arterial 113/75. AC: taquicárdica, con soplo sistólico II/VI en borde paraesternal izquierdo (no reflejado en anteriores exploraciones). Abdomen doloroso a la palpación en mesogastrio.

ECG: Taquicardia regular de QRS ancho a 160 lpm.

Se trata de una paciente inmunodeprimida con diarrea subaguda con productos patológicos y afectación del estado general. Se objetiva un soplo sistólico, por lo que se decide realizar Electrocardiograma. Ante posible taquicardia ventricular bien tolerada, se administra bolo de Amiodarona y se deriva a Urgencias Hospitalarias en UVI móvil.

Ingresa en observación de Urgencias, destacando en analítica potasio de 3.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Taquicardia ventricular monomorfa no sostenida en contexto de trastorno hidroelectrolítico secundario a diarrea aguda en paciente inmunodeprimida y celíaca.

- Taquicardia supraventricular con conducción aberrante.

- Transgresión dietética (celiaquía).

- Diarrea infecciosa.

- Enfermedad inflamatoria intestinal.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia perfusión de amiodarona y completa 24 horas sin arritmias, pasando a planta de Cardiología para completar estudio.

Evolución

Permaneció sin recurrencias arrítmicas.

Se realizó ecocardiografía transtorácica, con hallazgos sugestivos de  Comunicación interauricular y foramen oval permeable. En coprocultivo se detecta Campylobacter jejuni, que fue tratado según antibiograma. Dado la adecuada evolución, se decide alta.

Este caso refleja la importancia de realizar de manera sistemática anamnesis y exploración física por parte de los Médicos de Familia en cualquier ámbito de trabajo, además de utilizar los recursos que tenemos a nuestra disposición. A pesar de tratar mayoritariamente patologías crónicas, nos encontramos con frecuencia en contacto con procesos agudos (a veces sobreañadidos a otros crónicos, por lo que conocer al paciente se antoja fundamental), ante los cuales debemos mantenernos alerta para detectar aquellos que puedan ser potencialmente graves.