Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Atención Primaria.
Diarrea.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Hipertensión arterial. Dislipemia. Tratamiento con Telmisartán y Simvastatina.
Hombre de 80 años que presenta diarrea, meteorismo y distensión abdominal de 3 semanas de evolución. Las deposiciones son de consistencia líquida, con una frecuencia de 2-3 veces al día, de coloración normal y sin productos patológicos. Además, se ha asociado a una pérdida de 4 kilos de peso. Niega fiebre, dolor abdominal, náuseas o vómitos. La exploración física es anodina. Se pauta inicialmente dieta astringente, sin mejoría. Desde atención primaria, se solicita hemograma y bioquímica, en los que no se objetivan signos de infección, alteración de reactantes de fase aguda o del perfil hepático. Se completa el estudio con coprocultivo, test de Helicobacter Pylori, Anticuerpos anti-transglutaminasa tisular IgA y calprotectina fecal, resultando todas las pruebas negativas.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico diferencial: Gastroenteritis infecciosa. Síndrome colon irritable. Enfermedad inflamatoria intestinal. Esprue celiaco. Neoplasia. Patología pancreática. Iatrogénica debido a fármacos.
Tras no objetivarse alteraciones en ninguna de las pruebas solicitadas, se decide revisar el tratamiento. Como hallazgo significativo encontramos en el plan terapéutico del paciente tratamiento con Telmisartán, que contiene Sorbitol.
Tratamiento y planes de actuación
Se decide sustituir este fármaco por otro antihipertensivo que no contenga este componente y realizar seguimiento estrecho del paciente.
Evolución
La clínica desaparece 72 horas después de haber suspendido el Telmisartán. Se advierte que debe evitar el consumo de fármacos y productos alimenticios que contengan este componente.
Ante el inicio de una diarrea de largo tiempo de evolución que no mejora a pesar del tratamiento pautado se deben buscar causas posibles de la misma, siendo una de ellas la presencia de intolerancia a algún fármaco (o componente del mismo) presente en su plan de tratamiento. En casos como este vuelve a quedar patente la importancia de revisar el plan terapéutico con cierta regularidad, con el objetivo de detectar y poder evitar efectos adversos o incluso interacciones entre fármacos que pueden alterar de forma significativa la calidad de vida del paciente.