• Facilitar a los residentes un espacio en el que poder desarrollar competencias no asistenciales.
• Crear buen ambiente entre residentes y con la Unidad Docente (UD).
• Mantener el contacto con la Atención Primaria (AP) a lo largo de toda la residencia.

Se realiza cada 15 días un «día docente», donde todos los residentes pueden acudir a la UD a completar las competencias que en el horario laboral no se pueden abordar. La asistencia no es obligatoria, en caso de preferir quedarse en la rotación correspondiente, el residente puede hacerlo previo aviso a la UD.

Los contenidos que se abordan:

• «Hoja parroquial». Repaso de todas la incidencias ocurridas en las dos semanas, guardias, rotaciones, cursos disponibles, noticias relacionadas con la especialidad y se ponen en común propuestas de la UD, los tutores o los propios residentes.
• Sesiones. Cada día se imparte una sesión por parte de cada promoción, concisas y de temas de interés común, no necesariamente asistenciales.
• Desayuno docente. La UD pone el café y cada día una promoción se encarga de traer el desayuno, recibiendo la evaluación del resto.
• Encuentros con expertos. Cada día se invita a uno o dos expertos en algún tema propuesto por los propios residentes, cuestiones legales, especialistas hospitalarios, odontólogos, tutores de AP…
• Talleres prácticos. Se programan talleres de interés para los residentes, manejo de vía subcutánea, cirugía menor, curas…

Actividad muy bien valorada, tanto en contenidos como en organización, que aporta una mejora en la pertenencia de grupo y en la organización de la residencia. En muchas ocasiones los residentes declaran haber aprendido más en uno de esos días docentes que en un mes de rotación en el hospital.

Se puede instaurar en Unidades Docentes con suficiente personal, se requiere la implicación de los propios residentes y huir del estigma de que la residencia es solo ver pacientes.