Determinar si, a pesar de las dificultades geográficas, económicas o sociales del entorno, una coordinación ágil de un centro rural con una unidad de IC puede mejorar la prescripción de los fármacos que estos enfermos precisan para modificar el curso de su enfermedad.

Análisis y comparación, mediante la identificación de las variables clínicas de los pacientes y de su prescripción, de las características de los enfermos diagnosticados de IC entre dos consultas de AP de un barrio acomodado en Andalucía con derivación tradicional a cardiología y las de un centro rural en el Empordà, entre dos profesionales de similar formación y conocimientos en IC.

Similar prevalencia de diabetes, edad, niveles de potasio, filtrado glomerular y FEVI reducida. Los pacientes urbanos tenían una IC de mayor duración (7,8 vs. 3,8) y con más presencia de hombres. Un 22,2% de pacientes rurales no tenían ecocardiograma registrado (9,5% en urbanos). Los fármacos más utilizados en ambos centros eran los betabloqueantes y los IECA/ARA2. Los ISLGT2 se utilizaban en el 42,8% en el centro urbano y el 74% del rural. Los antagonistas de los receptores de mineralocorticoides se usaban en un 9,5% del centro urbano vs. 55% del rural. El uso de Sacubitril se ajustaba a pacientes con FEVI reducida en los dos centros. Un 37,3% (10 pacientes) del grupo rural llevaba los cuatro fármacos vs. Un 4,7% (1 paciente) del grupo urbano, mientras que con un solo fármaco o ninguno un 42,8% de pacientes del centro urbano vs. 3,7% de lo rural.

La facilidad de acceder presencialmente a un centro hospitalario o a las pruebas diagnósticas necesarias para el diagnóstico de la IC a través de seguros privados no parecen ser los factores más determinantes para un correcto tratamiento de los pacientes con IC. El manejo conjunto Atención Primaria- Atención hospitalaria parece ser el factor diferenciador.