XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Prurito dorsolateral en ambos miembros superiores.
Enfoque individual
Mujer de 43 años, con antecedente de rinoconjuntivitis por sensibilización a ácaros, en tratamiento con anticoncepción hormonal oral, que consulta por prurito en región dorsolateral de ambos brazos de un mes de evolución.
La exploración física resulta rigurosamente normal. Pautamos antihistamínicos de forma empírica durante dos semanas sin conseguir mejoría, por lo que solicitamos analítica para descartar enfermedades sistémicas y reinterrogamos por posibles desencadenantes (fármacos, estrés, ejercicio, productos de limpieza, ropa, animales, síndrome constitucional...), sin que encontremos ninguna orientación a la causa del prurito, salvo el empleo de anticonceptivos, los cuales retiramos durante dos meses sin conseguir mejoría.
Enfoque familiar y comunitario
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Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
La paciente presenta prurito sin lesiones cutáneas o prurito sine materia, un síntoma subjetivo desagradable, con un amplio diagnóstico diferencial etiológico. Con la analítica descartamos múltiples enfermades sistémicas causantes de éste (insuficiencia renal y hepática, colestasis, alteraciones de hormonas tiroidea y paratiroidea, anemia, alteraciones del hemograma que nos orientaran a causas hematológicas, eosinofilia que nos orientara a infestaciones...). Dada la intensidad con la que la paciente refería el prurito y la interferencia que éste tenía en su vida diaria, revisamos bibliografía al respecto, y encontramos el prurito neuropático como posible explicación, dada la localización braquiorradial de éste (prurito braquiorradial). Reinterrogamos a la paciente, negando ésta traumatismos cervicales o cervicalgia, aunque sí comenta presentar cierta tensión cervical por la mañana, que ella misma atribuye a dormir boca abajo con los brazos debajo de la cabeza.
Tratamiento y planes de actuación
Recomendamos a la paciente cambiar de postura por las noches, la citamos en dos semanas.
Evolución
Tras el cambio postural ha desaparecido por completo el prurito de la paciente.
El prurito es un síntoma desagradable, con una etiología díficil de filiar. Nuestra paciente, tras más de dos meses con diferentes tratamientos empíricos y con las pruebas diagnósticas realizadas, continuaba sin ser diagnosticada y con una clínica muy limitante. Únicamente conseguimos su curación, tras la revisión de bibliografía al respecto. Considero este caso ejemplificador de la importancia de la anamnesis en nuestra consulta, así como de una formación y búsqueda de información continuada en los especialistas de Medicina de Familia.