XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
OBJETIVO
Evaluar consumo de inhibidores de la bomba de protones (IBP) asociado a fármacos tras elaboración e implementación de una Guía (GPC).
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio antes-después (2009-2013), Atención Primaria, una CCAA. Se precisan 332 pacientes con prescripción IBP. Análisis uni y bivariable, test Mc-Nemar. Se han solicitado permisos necesarios y se garantiza confidencialidad de los pacientes. No financiación externa. No conflictos de intereses.
RESULTADOS
La media de edad en ambas muestras era de 55 años (DS 25 años) y no había diferencias en la distribución por género (51-55% eran mujeres); T-Student:0,277;p=0,782 y χ2=0,995; p=0,319 respectivamente.
Tras la intervención han aumentado significativamente los IBP prescritos correctamente (de 23,5% a 38,3%; 14,759; p=0,000). Antes de la implementación mejor prescrito en hombres (59,7%) y después en las mujeres (63,7%); (χ2=4,316; p=0,038; χ2=4,792; p=0,029). En >65 años ha pasado de estar prescrito según indicaciones GPC de un 45,3% a un 57,1% (diferencia significativa:22,375; p=0,000) y en patologías digestivas de un 24,5% a un 55,9% (diferencia significativa:19,266; p=0,007).
Respecto al IBP prescrito, tanto antes como después de la implementación el más prescrito es omeprazol, pero ha descendido de un 65,1 a un 45,7% y ha aumentado la prescripción de pantoprazol (de 5,6% a 10,9%) y de esomeprazol (de 5,3% a 16,2%); diferencia significativa: χ2=55,949; p=0,000.
Respecto a las duplicidades de IBP prescritos se ha pasado de una prevalencia de 4,2% (13/306) al 0,4% (1/266).
CONCLUSIÓN
La elaboración e implementación de una GPC ha mejorado indicaciones prescripción pero se debe trabajar en una segunda fase en el tipo de IBP prescrito.