XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Urgencias
Caso multidisciplinar
Disnea en puérpera
Enfoque individual
Antecedentes personales:
- Alergia a metamizol.
- Exfumadora de 10cig/día.
- Embarazo normal, parto a las 35 semanas inducido por RPM.
Anamnesis:
Mujer de 28 semanas que dió a luz hace una semana y acude por disnea de inicio progresivo de menos de 24h de evolución hasta hacerse de reposo con ortopnea; no dolor torácico ni cuadro catarral previo. La paciente está en tratamiento con amoxicilina/ácido clavulánico por mastitis con pico febril hace dos días. No otra clínica asociada.
Exploración:
BEG, eupneica. Afebril. Estable hemodinámicamente. ACR: normal. Abdomen normal. MMII: edemas con fóvea bimaleolares sin signos de TVP.
Purebas complementarias:
EKG: RS a 45 lpm sin alteraciones en el trazado.
Analítica con D-dímero: 5063, enzimas cardíacas (troponinas y CPK) normales.
Angio-TAC: discreta cardiomegalia global con moderado derrame pleural bilateral. No imágenes compatibles con TEP.
Ecocardiograma: derrame pericárdico ligero en cara inferior peridiafragmática.
Enfoque familiar
La paciente no tiene antecedentes familiares de enfermedades trombóticas venosas ni pulmonares en embarazadas, mujeres jóvenes ni familiares de primer grado.
Desarrollo
Juicio clínico: derrame pericárdio leve.
Diagnóstico diferencial: TEP, neumonía con derrame pleural asociado, pneumotórax, SCA, pericarditis.
Tratamiento
Tratamiento: furosemida 40mg cada 24h.
Plan de actuación: seguimiento por cardiología y alta de la paciente por estabilidad clínica.
Evolución
La paciente evoluciona favorablemente y un mes después es valorada por cardiología donde se descarta cardiopatía estructural y se retira el tratamiento.
Ante una paciente puérpera con disnea lo primero que hay que descartar es un TEP si no hay otra sospecha diagnóstica posible ya que tiene una incidencia de 4 veces superior repecto a pacientes no embarazadas/no puerperales; hecho que vuelve a la normalidad entre las 4 y 6 semanas posteriores al parto. Si nuestra sospecha es alta y la paciente está estable clínicamente solicitaremos el D-dímero ya que su negatividad hace muy improbable el diagnóstico por su alta sensibilidad. A pesar de ello, la sospecha diagnóstica por la clínica de la paciente prevalece y es nuestro criterio el que debe iniciar la bateria de pruebas diagnósticas que se precisen.