XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Acude a la consulta de Atención Primaria una mujer de 35 años que refiere dolor maxilofacial desde hace 14 años. Relata episodios paroxísticos de quemazón en región maxilar de minutos de duración con periodos intercrisis (de hasta dos-tres meses) libres de síntomas.
Enfoque individual
Antecedentes personales: NAMC, no HTA, no DM, no antecedentes de intereés.
Anamnesis: Relata episodios paroxísticos de quemazón en región maxilar de minutos de duración con periodos intercrisis(de hasta dos-tres meses) libres de síntomas durante 14 años.
Eploración física: BEG. Consciente y orientada. Afebril. Eupneica en reposo. Buena hidratación mucocutánea. No adenopatías cervicales. No zonas gatillo ni puntos faciales dolorosos. Cabeza y cuello: no adenopatías cervicales, FO sin edema de papila, lesiones vesiculosas en mucosa oral, no afectación de encías ni labios. AC: rítmica y sin soplos. AP: MVC sin ruidos patológicos añadidos.
Exploración neurológica rigurosamente normal.
Analítica:hematocrito 33.2; neutrófilos 33.2%; linfocitos 57.1%; resto de parámetros sin alteraciones.
Valorada por traumatología (rx), neurología (TAC y electromiograma) y otorrino sin hallazgos y sin llegar a un diagnóstico.
Enfoque familiar
Familia normofuncional. Red social con alto apoyo emocional e interacción social positiva.
Desarrollo
Juicio clínico: neuralgia postinfección VHZ.
Diagnóstico diferencial:
-Cefalea hemicránea paroxística.
-Alteración de la ATM.
-Neuralgia del trigémino.
-Alteración de la glándula parótida.
-Sdr. Bechet.
Identificación de problemas: se trata de una paciente estudiada en múltiples ocasiones por especialistas diversos sin hallarse ninguna causa, mientras que el dolor maxilar continúa e impide su bienestar completo.
Tratamiento
Se pautó Aciclovir 800mg 5 veces al día cada 4 h, omitiendo la dosis nocturna, durante 7 días, acompañados de AINES y analgesia para minimizar el dolor.
Evolución
Se administró el tratamiento durante el tiempo que correspondía, desapareciendo las vesículas de la cavidad oral de la paciente, y remitiendo el dolor. Tras meses, esa paciente acude a la consulta de AP por otros motivos y nos relata que no ha vuelto a sufrir episodios de dolor.
En ocasiones hay pacientes polifrecuentadores de las consultas de AP a los que llega un momento que apenas tomamos en serio, pero ellos siguen con sus dolencias y malestares, y después de años aún es posible conseguir un diagnóstico y la resolución de dichas molestias, logrando una mejor calidad de vida para ellos.