Enfoque individual

• Mujer de 63 años que acude a nuestra consulta en varias ocasiones en el último mes por astenia, náuseas, epistaxis ocasional y pérdida ponderal de 9kg en los últimos 3 meses.
• Antecedentes personales: Menopausia a los 52 años. Esquizofrenia residual en tratamiento con aripiprazol 15 mg/día.  
• Exploración: en todas las visitas previas había sido normal, sin destacar ningún hallazgo reseñable. Pero en la última visita, donde acude a por los resultados de una analítica destaca bradipsiquia leve.
• Pruebas complementarias:
  • Analítica: hemoglobina 12g/dl. Leucocitos 8.000 (78%N). Plaquetas 130.000. Urea 288mg/dl. Creatinina 20,7mg/dl. Glucosa 90mg/dl. GOT 15UI/L. GPT 25UI/L. Bilirrubina total 0,2mg/dL. Amilasa 50UI/L. CPK 90UI/L. PCR 13mg/dl. Sodio 141mEq/L. Potasio 6mEq/L. Cloro 100mEq/L.

Enfoque familiar y comunitario

Buen apoyo familiar, vive con su marido, ambos independientes para las actividades de la vida diaria. 

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

• Fracaso renal agudo.
• Hiperpotasemia moderada.

Tratamiento y planes de actuación

Se deriva al servicio de Urgencias hospitalarias, donde al reinterrogar a la paciente refiere también anuria y se amplía la analítica objetivando coagulopatía y acidosis metabólica.  Se realiza sondaje vesical y se solicita ecografía abdominal que informa de una uropatía obstructiva secundaria a compresión por masa pélvica sólidoquística de aproximadamente 10cm de diámetro que se comenta con Urología para derivación de vía urinaria.

Evolución

Ante la sospecha de masa de origen ginecológico se solicita TAC abdominal y marcador CA-125, y se toma biopsia de endocervix, con diagnóstico definitivo de adenocarcinoma de endometrio estadio IV, pendiente de radioterapia paliativa.

El cáncer de endometrio globalmente, ocupa el cuarto lugar en frecuencia en la población femenina.

Es una neoplasia que suele producir síntomas en sus estadios más precoces, por lo que alcanza una alta tasa de supervivencia.

El síntoma más frecuente es la metrorragia posmenopáusica. Sin embargo, en este caso podemos observar lo inespecífica que puede ser la clínica en algunos casos.

Por tanto como médicos de familia deberíamos de ser capaces de identificar los signos de alarma, intentando relacionar diversas patologías, siempre teniendo en cuenta la prevalencia de las patologías oncológicas.