XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Quemadura con agua hirviente en contexto de crisis epiléptica.
Enfoque individual
Mujer de 76 años con esclerosis mesial temporal intervenida con amigdalohipocampectomía en 2014, secuela crisis comiciales de repetición.
Consulta por quemadura de agua hirviente producida por crisis comicial con pérdida de conocimiento transitoria mientras cocinaba. Refiere quemazón en cara y muslos. Hemodinámicamente estable. Exploración neurológica y electrocardiograma es normal. Presenta quemadura de primer grado de 2cm a nivel anterior del cuello y de segundo grado en muslo izquierdo de 10x15cm y derecho 10x5cm. No se evidencian lesiones en cara y resto del cuerpo. Se realiza lavado con suero fisiológico y cobertura con pomada de sulfadiazina de plata 1%.
En control a las 48 horas la paciente refiere no tener sensibilidad en la quemadura del muslo derecho y lesiones nuevas en mentón. La lesión del muslo es compatible con quemadura de tercer grado y la del mentón con segundo grado.superficie total quemada es del 1%. Se comenta con cirugía plástica y se inician curas y seguimiento coordinado.
Enfoque familiar y comunitario
Viuda, vive sola.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Quemaduras de primer, segundo y tercer grado, superficie total 1%.
Tratamiento y planes de actuación
Quemaduras mentón, cuello y muslo izquierdo lavado con suero fisiológico y cobertura con pomada sulfadiazina de plata 1%. Quemadura de tercer grado muslo desbridamiento y autoinjerto de piel parcial.
Evolución
Curación completa de las quemaduras de segundo grado mentón, cuello y muslo izquierdo. Buena evolución autoinjerto quemadura muslo derecho.
Por cada 100.000 habitantes se estima que unas 300 personas sufren cada año quemaduras que requieren atención sanitaria. Sólo un 5% precisan cuidados hospitalarios, motivo que pone de manifiesto la importancia y efectividad de los cuidados que se pueden prestar en atención primaria. Es imprescindible una valoración exhaustiva del paciente (lugar del acontecimiento, hora, evolución y extensión de la lesión) y un seguimiento estricto de la evolución para realizar un correcto abordaje clínico y la elección del tratamiento adecuado. Las quemaduras suponen en sí mismas, un importante impacto físico y psíquico, por lo que no tenemos que olvidar que prevenirlas es la mejor forma de tratarlas.