XLII Congreso de la semFYC - Sevilla
del 30 de junio al 2 de junio de 2022
Dolor abdominal
Enfoque individual
AP: Fumadora. Obesidad. G5-A2-V2. Padre: hepatopatía alcohólica.
Mujer, 33ª, con epigastralgia de 15 días, irradiada a hipocondrios y espalda, distensión abdominal, dispepsia y pérdida de apetito. Diarrea (4-5 deposiciones). No coluria, acolia ni ictericia. No pérdida de peso. Sin fiebre.
Abdomen doloroso en epigastrio e hipocondrio. Murphy positivo.
Analítica: perfil hepático: patrón de citólisis y colestasis, amilasa/lipasa/bilirrubina normal, PCR 1’61. Coagulación normal. Sangre y bilirrubina en Orina. Eco-abdominal: vesícula distendida, colédoco dilatado con afilamiento distal.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
DD:
- Enfermedades autoinmunes o de depósito.
- Enfermedades infecciosas
- Enfermedades relacionadas con tumores primarios o secundarios
Inicialmente se orienta como colestasis disociada, citólisis a estudio con dilatación de colédoco.
Tratamiento y planes de actuación
Debido a la fecha (24-Diciembre), la estabilidad sin datos clínicos de gravedad y situación familiar (hijos pequeños), se decidió alta con vigilancia, dieta baja en grasa, y analítica de control el 25.
Evolución
Mejoría analítica el 25-Diciembre, se decide estudio y seguimiento por UDR. Serología para hepatitis, CMV, VEB, autoinmunidad, y marcadores tumorales negativo. Ac antitrasglutaminasa indeterminados. Sin AF de celiaquia.
Gastroscopia: normal. Biopsia: linfocitosis intraepitelial patológica a correlacionar con clínica y analítica. Ac antiendomisio y antigliadina negativo. Genética: genotipo compatible (HLA-DQB1*02 positivo), riesgo moderado de Enfermedad celiaca.
Iniciamos dieta sin gluten, presentando mejoría.
El modelo biopsicosocial dice que la enfermedad y las circunstancias que le rodean tienen distintas implicaciones retroalimentadoras que han de ser tenidas en cuenta, tanto al inicio de la enfermedad como en sus posteriores fases.
Tiene en cuenta todas las perspectivas (médica, psicológica y social), para un adecuado diagnóstico, adaptado a las necesidades e intereses de cada paciente, asi como una intervención adecuada que concluya con un mayor beneficio de las personas y familiares.
Destacar la importancia de este modelo, la igualdad de importancia de la perspectiva médica, psicológica y social para dar la mejor atención posible. Por ello, dada su estabilidad clínica, se decidió manejo NO hospitalario, empatizando con las circunstancias de la paciente (niños pequeños y Nochebuena), intentando ponernos en su lugar.
Además destacar la importancia de la dieta, como parte importante del tratamiento. A veces no prestamos atención a la dieta y puede ser la clave para su mejoría.