Atención Primaria y servicios de urgencias.

Caso multidisciplinar

Pérdida brusca de visión.

Enfoque individual

Varón de 75 años conocido del cupo con antecedentes de drenaje de hematoma subdural e intervención de hernia umbilical, refiere en las últimas semanas pérdida brusca de visión en ambos ojos de manera intermitente durante unos minutos, motivo por el cual había ido a urgencias donde fue valorado por varios oftalmólogos sin encontrar causa local. Desde allí se le derivó a neurología y se le realizaron múltiples pruebas (TAC craneal, analítica de sangre, electrocardiograma, holter, RMN, ecocardiograma, ecodoppler de TSA…) resultando todas normales e iniciándose antiagregante con diagnóstico de amaurosis fugax.

Acude a la consulta donde nos comenta nuevos episodios de pérdida de visión y cefalea y que está cansado de acudir al hospital. En la entrevista apreciamos una asimetría facial con engrosamiento temporal derecho. Solicitamos desde atención primaria VSG, y derivamos a medicina interna para valorar  realización de biopsia de la temporal con diagnóstico de Arteritis de células gigantes.

Enfoque familiar y comunitario

El paciente vive con su esposa y cuenta con gran apoyo de sus hijos que durante todo el proceso de incertidumbre estuvieron apoyándole y acompañándole a las diversas consultas. Se vió la fortaleza del núcleo familiar para ayudarle a guardar la serenidad y calma.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Arteritis de la temporal, amaurosis fugax

Tratamiento y planes de actuación

Desde medicina interna se inició tratamiento con doble antiagregación, manteniendo en estos momentos solo AAS. Fue dado de alta para control por Atención Primaria.

Evolución

Presentó negativización de anticuerpos un año después. El paciente permanece asintomático desde la instauración del tratamiento.

Tras la sobrecarga de pruebas complementarias, la ausencia de hallazgos y de información al paciente, ante la persistencia de síntomas acudió a nuestra consulta expresando que estaba cansado y que no quería regresar a urgencias, confiando en el criterio de su médico de Atención Primaria. Fue entonces donde gracias a que era un paciente conocido del cupo pudimos apreciar una asimetría en sus arterias temporales que orientó su diagnóstico y que otros profesionales habían pasado por alto. Aquí vemos la importancia de esos pequeños detalles que se aprecian al invertir unos minutos en mirar a nuestros pacientes a los ojos.