Antecedentes personales: Hipertensión arterial, dislipidemia, osteopenia, trastorno de ansiedad, depresión mayor recurrente. Fumadora activa de 10-15 cigarrillos/día.

Separada, convive con sus dos hijos dependientes económicamente de ella. Trabaja en el edificio donde reside.

Consulta por dificultad para caminar, refiriendo «problemas para dar los pasos, porque los pies le bailan» desde hace diez días. Señala que tropieza con la punta de los pies, y que después de tiempo sentada las piernas no le responden. Se asocia incontinencia urinaria. Al examen físico presenta dificultad para la marcha en tándem.

Se indica un RMN e interconsulta con neurología urgente.

Días después acude por empeoramiento de los síntomas, añadiéndose parestesias en manos, y dificultad en la motilidad fina, por lo que se decide derivación a urgencias donde solicitan RM cervical y lumbar, potenciales evocados de nervios mediano y tibial; e interconsulta a neurocirugía.

A la espera de las pruebas, la sintomatología empeora, con mayor pérdida de control de las extremidades sumado a la sensación de «llevar un corsé hasta las mamas»; por lo que se insiste comentar el caso con neurología y se solicita EMG urgente.