XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Atragantamiento con alimentos sólidos.
Enfoque individual
Mujer de 19 años con episodios frecuentes de atragantamiento a nivel esofágico alto con alimentos sólidos (arroz, pan) que se acompañan de sensación de ahogo. No refiere odinofagia, vómitos, ni reflujo. No dolor abdominal. No pérdida de apetito, ni peso.
No antecedentes personales de interés.
Exploración abdominal: anodina.
Derivada a Digestivo:
- Analítica sanguínea: bioquímica, anticuerpos de celiaquía, hemograma y coagulación normal.
- Gastroscopia (biopsias esófago proximal y distal, estómago y duodeno): esófago que presenta estrías longitudinales, borramiento del patrón vascular normal, exudados blanquecinos finos a lo largo de toda su longitud, sin traquealización. Resto normal.
- Anatomía patológica: biopsia de esófago distal con fragmentos de mucosa esofágica con aproximadamente 20 eosinófilos por campo de gran aumento. Resto normal.
Estudio de alergias: síndrome de alergia oral con frutas (fresa, melón). Rinoconjuntivitis alérgica por sensibilización a polen de gramíneas.
Enfoque familiar y comunitario
Abuelo paterno cáncer de estómago (69 años). No antecedentes familiares de enfermedad celiaca, ni enfermedad inflamatoria intestinal.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Esofagitis eosinofílica.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico, gastroenteritis eosinofílica, infecciones fúngicas y parasitarias, Crohn, acalasia, causas obstructivas…
Tratamiento y planes de actuación
- Omeprazol 20mg cada 12 horas.
- Fluticasona propionato 400mcg deglutida cada 12 horas.
Evolución
No hay mejoría de la sintomatología, ni de los hallazgos endoscópicos tras Omeprazol 20mg a doble dosis durante 2 meses. Se decide añadir al tratamiento Fluticasona propionato deglutida.
Después de 2 meses: los síntomas han cedido y los hallazgos endoscópicos y anatomo-patológicos se han normalizado.
La esofagitis eosinofílica es una enfermedad esofágica crónica en aumento. Debemos sospecharla en pacientes de entre 20-30 años, mayoritariamente varones, que presentan episodios de impactación o sintomatología de enfermedad por reflujo gastroesofágico que no responde a tratamiento con inhibidores de la bomba de protones. Para el diagnóstico es necesaria una correcta anamnesis junto con los hallazgos endoscópicos e histológicos que la definen. El tratamiento incluye: eliminación de la dieta de posibles alergenos, supresión de ácidos en el esófago y uso de glucocorticoides tópicos para disminuir la inflamación esofágica. Por todo ello, es imprescindible la coordinación entre la Atención Primaria y hospitalaria, para lograr un diagnóstico y tratamiento a tiempo evitando así posibles complicaciones.