II Congreso de Residentes, Tutores, JMF y UUDD
10 y 11 de mayo 2024
Mujer de 52 años que consulta en múltiples ocasiones desde hace más de dos años por dolor abdominal que no cede con analgesia habitual y sin relación con la ingesta. No pérdida de peso ni cambios en el ritmo intestinal.
Enfoque individual
Antecedentes de aneurisma cerebral roto en 2018. Exploración física buen estado general, abdomen blando, doloroso de forma generalizada. Ingresa en digestivo con tomografía computerizada, colonoscopia, analítica y coprocultivo normal, siendo dada de alta con diagnóstico de dolor abdominal inespecífico.
Enfoque familiar y comunitario
Durante este tiempo a urgencias en varias ocasiones y deja de salir a la calle porque el dolor no le permite caminar. Pierde su trabajo y su poder adquisitivo queda muy mermado.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se plantea trastorno de somatización, ya que hace años fue víctima de violencia de género. Se pautan antidepresivos y pregabalina que abandona por no mejoría.
Tratamiento y planes de actuación
Hace 2 meses acude a la urgencia por empeoramiento de su dolor abdominal y es nuevamente derivada al Hospital por sospecha de cólico renal. En análisis presenta creatinina de 5 de causa incierta. Se repite la tomografía computerizada y se diagnostica de fibrosis retroperitoneal por inmunoglobulina IgG4.
Precisa doble jota por infiltración fibrosa en ambos uréteres y es tratada con corticoides en bolo y al alta con dosis elevadas
Evolución
Actualmente, sigue en seguimiento por nefrología y enfermedades autoinmunes.Durante todo este tiempo no se volvieron a realizar nuevas pruebas diagnósticas y replanteado un diagnóstico diferencial ya que las pruebas iniciales fueron normales. El trastorno por somatización debemos diagnosticarlo con cautela.