XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Dificultad para deambulación con caídas y lumbalgia
Enfoque individual
Antecedentes personales: Hábito enólico, fractura de tobillo, HDA por úlcera gástrica, traumatismo craneal, trastorno de personalidad Cluster B, trastorno de ansiedad generalizada, caída en marzo de 2015 con luxación de hombro, policontusiones y comienzo de dolor lumbar.
Anamnesis: Mujer 64 años que consulta enseptiembre por dolor lumbar progresivo desde caída en marzo al que se ha añadido dificultad de la marcha, incontinencia de esfínteres y pérdida de 20 kilos de peso. Ha acudido múltiples veces a urgencias donde le han realizado radiografías y pautado tratamiento analgésico.
Exploración: Dificultad en la marcha con dolor lumbar irradiado hacia MMII. Apofisalgia nivel lumbar. Frialdad en miembros inferiores. Resto normal
Pruebas complementarias:
En urgencias desde la caída se ha realizado 114 radiografías lumbares en las que se observa aplastamiento de L1
Sin hallazgos en otras pruebas
Enfoque familiar
Vive sola, soltera, aislamiento social. Recibe un subsidio.
Desarrollo
Juicio clínico: Lumbalgia y dificultad de la marcha.
Diagnóstico diferencial: Hernia discal, aplastamiento vertebral, infiltración tumoral, espondolistesis, espondilocistitis.
Identificación de problemas: La patología psiquiátrica y el comportamiento inadecuado dificultan la valoración objetiva de la sintomatología y su estudio.
Tratamiento
Tratamiento analgésico, AINES
Planes de actuación: Contactamos con traumatología, la citan dos días después
Evolución
El día de la consulta de traumatología le realizan RMN y EMG que revelan signos de denervación, ocupación del 50% del canal raquídeo por fragmento óseo en T12-L1 y estenosis del canal por hernias discales en L3-L4 y L4-L5. Se decide su ingreso en psiquiatría y una vez estabilizada pasa a traumatología para tratamiento quirúrgico y rehabilitador. Actualmente gran mejoría del dolor y de la marcha con continencia parcial de esfínteres.
En nuestro trabajo diario hemos de ser objetivos, intentando evitar que las características del paciente nos impidan tenerle en cuenta como debiéramos, sin achacar las quejas a sus peculiaridades, sin pasar por alto datos de gravedad ni dejar de abordar el problema con profesionalidad.