Enfoque individual

Laura es una mujer de 54 años, con alergia a la penicilina, que consulta por lesión en brazo derecho, pruriginosa y dolorosa, sin otra clínica. A la anamnesis, en dicha zona tenía una herida muy superficial tras traumatismo accidental.
A la exploración, en brazo derecho, múltiples lesiones máculo-papulosas y vesiculosas, agrupándose en una placa eritematosa brillante de bordes irregulares con vesículas en su superficie. A la palpación, calor y dolor.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Juicio clínico. Celulitis simple.
Diagnóstico diferencial. Dermatitis de contacto, tromboflebitis superficial, erisipela.
Identificación de problemas. Las infecciones de piel y tejidos blandos son motivo frecuente de consulta, esto supone un importante consumo de recursos, más si se complican y requieren hospitalizaciones y cirugía. En el ámbito rural, es frecuente que los pacientes sean profesionales del campo. Es importante indicar el cuidado de heridas y traumatismos, que finalmente pueden complicarse como en este caso.

Tratamiento y planes de actuación

Indicamos medidas higiénicas, manejo de factores predisponentes e hidratación de la piel para restaurar la barrera cutánea. También indicamos antibioterapia con Clindamicina 300 mg cada 8 h, 5 días, además de analgésicos para el dolor.

Evolución

La paciente volvió a las 24 h, sin encontrar mejoría. Reinterrogándola, nos comenta que la aparición de esta lesión coincidió con el uso de una nueva crema hidratante que no había usado previamente. Tras indicar que suspendiera la crema y continuara con el tratamiento antibiótico, a las 48 h, la mejoría era notable.