XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria (AP)
Caso multidisciplinar
Hematuria
Enfoque individual
VAron de 64 años. Fumador IPA 20. Insuficiencia venosa crónica como único antecedente.
Acude al consultorio por hematuria macroscópica de 2 días de evolución. Refiere que desde hace 1 mes viene presentando episodios similares autolimitados. Niega clínica miccional o sindrome constitucional asociado.
Exploración física: buen estado general, normocoloreado. FC 75. TA 118/76. Auscultación cardiopulmonar normal. Abdomen no doloroso, sin palpar masas. Genitales normales.
Plan: se solicita analítica de sangre(AS) (bioquímica, hemograma, coagulación) y orina (AO) y se cita para realizar ecografía de aparato urinario al día siguiente.
Pruebas complementarias:
AS: no hay alteraciones en la función renal, ni anemia ni plaquetopenia, ni alteraciones en la coagulación. AO: confirma la hematuria.
Ecografía(figura 1): se objetiva imagen de 27mm de diámetro máximo situada en unión pieloureteral izquierda compatible con tumoración urotelial. Vejiga, prostata y aparato genital sin alteraciones.
Enfoque familiar
Casado. Independiente para ABVD. Vive en medio rural. Se dedica a la agricultura.
Desarrollo
Diagnóstico diferencial: Hematuria de origen prerrenal, renal o postrenal.
Juicio clínico: Hematuria por neoplasia renal.
Tratamiento
Se deriva a urología de forma preferente.
Se realiza nefroureterectomía laparoscópica izquierda por parte de urología y seguimiento por atención primaria.
Evolución
Nueve meses tras el proceso inicial, consulta nuevamente por hematuria.
Plan: se realiza ecografía ese mismo día.
Ecografía(figura 2): se aprecian 2 imagenes excrecentes en pared vesical, intraluminales, de 41,7mm y 11,5mm de diametro mayor respectivamente.
Plan: se deriva preferente a urología. Se realiza resección trasuretral y terapia intravesical con BCG.
La ecografía en AP supone una mejora de la accesibilidad de los usuarios a dicha prueba, por la inmediatez propia de la asistencia primaria. Esto proporciona diagnósticos con mayor precocidad, lo cual condiciona una menor morbimortalidad. Además disminuye la incertidumbre, mejora la capacidad resolutiva del medico de familia, y orienta y justifica las derivaciones, adecuando el empleo de los recursos y evitando actuaciones innecesarias.
Este caso es un reflejo de todo ello.