Atención Primaria

Edemas en extremidades inferiores.

Enfoque individual

Mujer de 40 años sin AMC y ni AP de interés, laboral cajera en supermercado. No antecedentes familiares de interés.
La paciente acude por cuadro que inició hace 21 días de edemas bilaterales en extremidad inferior que han aumentado hasta llegar por encima de la rodilla. Explica también aumento de 4 Kg en el último mes. No presenta clara disnea. 

A la exploración física presenta presión arterial normal. Destacan edemas bilaterales, simétricos más prominentes en los tobillos y parte inferior de las piernas. No se observan signos de eritema ni calor en las áreas edematosas. Auscultación cardíaca normal, sin signos de insuficiencia cardíaca congestiva. Auscultación pulmonar clara. Abdominal sin signos de distensión abdominal ni masas palpables.

Enfoque familiar y comunitario

Para continuar el estudio se solicita analítica sanguínea y de orina preferente. En la AS muestra elevación de los niveles de colesterol y triglicéridos, creatinina sérica normal. Albúmina sérica disminuida. En la analítica de orina: Presencia de proteinuria significativa (5+), sin hematuria ni cilindros celulares.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Dada la presencia de edemas bilaterales, proteinuria significativa y albúmina sérica disminuida, el síndrome nefrótico es la principal sospecha diagnóstica.

Inicialmente es importante descartar la insuficiencia cardíaca congestiva ya que es una enfermedad muy prevalente y que en pacientes jovenes deberíamos buscar causa desencadenante.

Tratamiento y planes de actuación

Tras el hallazgo se deriva al servicio de nefrología urgente, quienes deciden ingreso de la paciente para estudio etiológico y manejo de la proteinuria.

Evolución

Durante el ingreso se decide biopsia de riñón de la que aún no tenemos los resultados.

Ante la presencia de edemas bilaterales en extremidades inferiores en paciente joven el diagnóstico diferencial es muy amplio. La importancia de una buena historia clínica y una analítica sanguínea detallada y dirigida. Como médicos de Atención Primaria tenemos que recordar que el síndrome nefrótico puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños en comparación con adultos. En los adultos, la incidencia aumenta con la edad y es más común en personas mayores de 40 años.

Conocer la entidad es importante para derivar a neurología y reducir comorbilidades futuras.