XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Evaluar la efectividad de una intervención breve para lograr la deshabituación de los consumidores crónicos de benzodiacepinas.
Diseño: ensayo clínico por conglomerados (seis cupos de 2 centros de salud urbanos); autorización CEIC-VA-ESTE-HCUV (PI-15-277). Población: sujetos mayores de 14 años consumidores crónicos (> 12 semanas consecutivas) de benzodiacepinas, sin seguimiento por psiquiatra. Periodo de inclusión: noviembre/2015 a abril/2016. Seguimiento: 5 meses. Variables: sociodemográficas y relativas a la prescripción y consumo de benzodiacepinas, enfermedades crónicas y consumo de psicotrópicos; variable dependiente: deshabituación (abstinencia mantenida durante 3 meses). Tamaño muestral: 80 sujetos por grupo; muestreo aleatorio por conglomerados: grupo intervención (envío de carta informativa y posterior entrevista con propuesta de deshabituación), grupo control (práctica clínica habitual). Análisis estadístico multivariante, por intención de tratar, mediante regresión logística.
Se incluyeron 184 sujetos (grupo intervención: 91); ambos grupos comparables basalmente en todas las variables relevantes incluyendo género (69,02% mujeres) y edad media (70,13 [SD=11,84] años), exceptuando consumo de benzodiacepinas (expresado en dosis equipotentes a diazepam 5 mg), discretamente inferior en el grupo intervención (mediana [IQR]: 2,00 [1,00] vs 2,00 [3,00] mg/día; p=0,022). La abstinencia mantenida durante 3 meses fue muy superior en el grupo intervención (54,95% vs 7,53%; p=0,000; NNT=2,1), siendo inferior el consumo final (1,00 [1,50] vs 2,00 [3,00] mg/día; p=0,000) y superior el cambio entre el consumo final y el basal, aunque su comparación entre los dos grupos, ajustando por consumo basal, no resultó estadísticamente significativa. La deshabituación se asoció de manera significativa a la intervención (OR=19,67 [IC95%=7,45-51,93]) tras ajustar por las variables necesarias: género, estado civil, patologías crónicas y consumo basal de benzodiacepinas.
Una intervención breve, consistente en envío de carta informativa y posterior entrevista con propuesta de deshabituación, se reveló muy efectiva en los consumidores crónicos de benzodiacepinas, logrando una abstinencia mantenida durante 3 meses en 1 de cada 2 pacientes intervenidos.