XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Hospital/Centro de Salud.
Caso multidisciplinar
Disfagia tras administración de Botox.
Enfoque individual
- Enfermedad Actual: Mujer de 24 años afecta de parálisis cerebral espástica, a la que se aplicó toxina botulínica como tratamiento para la espasticidad. En los días siguientes a la aplicación en pies de dicha toxina, empezó a desarrollar disfagia a sólidos y líquidos de manera progresiva, así como disfonía. Motivo por el cual fue derivada a consultas externas de otorrinolaringología desde Atención Primaria. A los cuatro mesesse valra en consulta, para entonces, la disfonía había desaparecido, pero persistía la disfagia a sólidos. En la NFL, la laringe mostraba un aspecto y motilidad normal. Exploración Física, únicamente destaca que la úvula se encontraba desplazada a la izquierda en reposo, el reflejo nauseoso estaba conservado.
Enfoque familiar
Sin interés clínico.
Desarrollo
Efecto secundario del uso terapéutico de la toxina botulínica.
Tratamiento
Pasa a cargo de ORL.
Evolución
Control en CCEE de ORL.
La toxina botulínica es una neurotoxina producida por el bacilo anaerobio Clostridium botulinum, que inhibie la liberación de acetilcolina, provocando una disminución del potencial en la placa motora, y por tanto un bloqueo neuromuscular con parálisis flácida de los músculos afectados. La parálisis persiste hasta que se forman nuevas terminales nerviosas, generalmente al cabo de 2 a 4 meses.
Existen 7 serotipos, de los cuales el A y B son los que se comercializan con fines terapéuticos y cosméticos. Entre las indicaciones terapéuticas, se encuentran la espasticidad, tortícolis espasmódica, blefaroespasmo etc.
Se ha descrito que la disfagia es un efecto secundario habitual (15% de los casos) de la aplicación de toxina botulínica tipo B, en pacientes con tortícolis espasmódico.
Llama la atención en el caso que aquí se presenta, que la disfagia aparece tras la inyección de toxina botulínica en pies. Ya en julio del 2007, la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (AEMPS), informó sobre la aparición de reacciones adversas graves, relacionadas con la diseminación de la toxina botulínica a lugares distantes del lugar de administración. Es posible que en este caso, la toxina botulínica se diseminara hasta alcanzar la musculatura esofágica y laringea, sin que afortunadamente se llegara a producir dificultad respiratoria.