XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Conocer la transcendencia del acompañamiento tanto del paciente como de los familiares en el duro momento que supone la agonía y muerte, así como ofrecer el apoyo terapéutico más adecuado según los signos y síntomas que van apareciendo. Constituye una parte muy importante del proceso asistencial en medios como el rural, dónde frecuentemente se opta por el domicilio para el final de la vida, y que pocas veces se aborda de forma didáctica durante la formación pre y postgraduada.
En la cabecera del enfermo, se van paliando los síntomas que van surgiendo administrando la medicación necesaria y retirando la que no procede. Se trata de ser humanos y clínicos a la vez. De igual modo se irán dando las explicaciones oportunas a los familiares del porqué de nuestras actuaciones y de que el fin último es el del que el paciente no sufra.
Con esta experiencia analizaríamos métodos y pautas que podríamos seguir, y la importancia del apoyo familiar para qu no claudique en el último momento tras, habitualmente, cuidados de larga duración. Reconocerles su importante labor y evitar la aparición de un duelo complicado. Además constituye para nosotros los médicos de familia, una enorme satisfacción poder ayudar y normalizar una situación tan delicada y que forma parte de la vida del ser humano.
Dado que la Esperanza de vida es cada vez mayor, tenemos más ancianos que fallecen en sus domicilios en situaciones de encamamiento y dependencia absoluta, necesitando cuidados especiales que debemos ir abordando para evitar un final traumático para él y su familia. También sería aplicable a pacientes oncológicos paliativos terminales en el final d una dura enfermedad.