XXI Jornadas de Residentes y III de Tutores de la semFYC - Cáceres
10 y 11 de noviembre de 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Fiebre y dolor en región frontal.
Enfoque individual
Varón de 74 años acude a la consulta de Atención Primaria por fiebre, dolor en región frontal y tumefacción a nivel parotídeo izquierdo de 24 horas de evolución tras una exposición prolongada al sol sin protección.
Antecedentes personales: hipertensión arterial, hipercolesterolemia, leucemia linfática crónica, fibrilación auricular paroxística.
Exploración física: presenta en región frontal lesión maculoeritematosa costrosa, así como nódulo doloroso de 1 cm de diámetro a nivel de la región parotídea izquierda. Se comienza tratamiento con cloxacilina oral asociado a curas de la lesión con betametasona y sulfadiazina.
A las 24 horas llama de urgencia la hija a la consulta porque el paciente no puede sostenerse en pie y lo encuentra adormilado. Se le deriva al hospital de referencia para su valoración.
Enfoque familiar
Residente en zona rural. Tiene un perro.
Diagnóstico diferencial
El paciente es reevaluado en Urgencias. Presenta mal estado general y asocia a la lesión costrosa frontal un edema periorbitario. En la analítica cursada destaca: leucocitos 25.480, neutrófilos 47,6%, plaquetas 111.110, lactato 4,93, PCR 354,9.
Ingresa a cargo de Medicina Interna con sospecha de sepsis de origen cutáneo pendiente de estudio y evolución y es tratado con ceftriaxona intravenosa (2 g/día).
A las 24 horas continúa con importante deterioro, fiebre en picos y lesiones maculopapulosas en tronco y extremidades superiores, incluyendo palmas.
Valorado por Dermatología, sugieren como primera sospecha diagnóstica fiebre botonosa mediterránea.
Diagnóstico diferencial: sarampión, menincococemia, sífilis secundaria, vasculitis leucocitoclástica y toxicodermias.
Tratamiento
Se instaura tratamiento con doxiciclina 100 mg cada 12 horas.
Evolución
Se confirma el diagnóstico mediante serología para Rikettsia. El paciente se mantiene afebril durante el resto del ingreso, y posteriormente es controlado desde la consulta de Atención Primaria sin presentar complicaciones.
La fiebre botonosa mediterránea produce un cuadro de fiebre, malestar y exantema maculopapular característico, y hasta se dan casos mortales. El cambio climático puede influenciar la distribución de las garrapatas y su densidad, así como el riesgo de la transmisión de patógenos y alterar, de esta forma, los patrones de las enfermedades que producen.
Desde la consulta de Atención Primaria, una buena anamnesis y una historia clínica detallada incluyendo el entorno familiar son herramientas fundamentales para una orientación diagnóstica correcta.