Aprendizaje de herramientas necesarias para afrontar la muerte como un proceso natural.

Aprendizaje de identificación temprana de problemas físicos, psiquicos y emocionales para mejorar la calidad de vida tanto del cuidador como del paciente terminal

Selección de cuidadores principales de pacientes terminales con esperanza de vida menor a un año de un centro de salud de ámbito urbano en el año 2017. Se acuerda, entre el personal sanitario del centro, pequeñas intervenciones  individualizadas en relación a la situación física, psíquica y emocional del cuidador aprovechando el momento de cualquier consulta (maximo 1-2 minutos).  El método utilizado ha sido la reflexión personal del cuidador.

Tras las intervenciones los cuidadores expresaron sentimientos de estrés, ansiedad, miedo a la muerte, descuido del autocuidado e insomnio principalmente.

Se analizan 18 cuidadores principales de los cuales 12 corresponden a  la pareja sentimental; 5 son hijos y 1 amigo. El 64% de los cuidadores son mujeres de las cuales el 30% manifiesta desgaste físico y el 90% manifiesta descuido de su propio autocuidado.

Los hombres sufren mas estrés, menos soporte emocional, más depresión y más ansiedad.

 Tras varias intervenciones realizadas en un mismo cuidador se detecta disminución del estrés a la perdida del familiar, así como integración de la muerte como un proceso natural. Se identifican tempranamente los problemas físicos, psíquicos y emocionales del cuidador pudiendo actuar casi desde el inicio de su presentación creando un apoyo importante en el cuidador del paciente terminal. Se mejora la calidad de vida de los cuidadores y del propio paciente terminal.

Se pretende integrar esta atención individualizada de pocos minutos de intervención en todos los cuidadores principales de pacientes que no sean necesariamente pacientes terminales.