XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Deterioro del estado general.
Enfoque individual
- Antecedentes personales:
Alergia a sulfamidas. DM tipo 2. HTA. FA. Prótesis de cadera derecha. Trasplante hepático en 1995 por cirrosis secundaria a VHC. Recidiva viral sobre injerto hepático, con degeneración cirrótica asociada a trombosis portal y shunt esplenorrenal en 2015, recibiendo tratamiento con harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) + ribavirina.
ICC y ERC secundarias. AIT en relación a trombosis portal. Episodios recurrentes de encefalopatía hepática con degeneración hepatocerebral crónica.
Tratamiento habitual: Zyloric 100, CellCept 500, Valsartan 80, Omeprazol 20, Metformina 850, Lantus, opiáceos, laxantes.
El paciente cuenta con un documento de instrucciones previas.
- Desarrollo: En los últimos meses, empeoramiento clínico significativo, con inmovilidad progresiva, episodios de desorientación, afonía y disfagia para líquidos, así como alteración de la función renal.
- Anamnesis: Nos avisa su mujer solicitando asistencia domiciliaria por aumento de disnea en los últimos días, asociando importante deterioro del estado general con disminución de la ingesta.
- Exploración física: muy mal estado general, estuporoso. Taquipneico con empleo de musculatura accesoria y saturación de O2 60% sin oxigenoterapia suplementaria. ACP: rítmica, crepitantes bilaterales hasta campos medios.
Enfoque familiar y comunitario
Vive en medio urbano con su esposa. Muy buen soporte familiar.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Situación terminal
Tratamiento y planes de actuación
Se informa a su esposa de mal pronóstico a corto plazo, que entiende y acepta. De esta forma, respetando el documento de instrucciones previas del paciente y de forma consensuada con la familia, se encamina nuestra actuación a priorizar las medidas de confort, guiándonos por el principio de la beneficencia.
Evolución
El paciente falleció a las pocas horas, acompañado de su familia. Su mujer (también paciente de nuestro cupo), gracias a una relación médico-paciente de confianza, ha conseguido poco a poco ir superando el duelo.
El médico de familia realiza un seguimiento longitudinal desde la juventud hasta las etapas finales de la vida de sus pacientes, así como una atención integral a todos los miembros del núcleo familiar, generando por ello una relación de confianza. Es esta última la que supone un pilar fundamental a la hora de tomar decisiones en el final de la vida, favoreciendo el cumplimiento del derecho a una muerte digna en un entorno íntimo.