Atención domiciliaria.

Dificultad para la deglución.

Enfoque individual

Varón de 80 años hipertenso, anticoagulado por flutter auricular y con deambulación limitada con andador tras fractura tibia-peroné. Nos avisan para valorar suplemento alimenticio por aumento de tumoración lingual que presenta desde hace 4 años y que actualmente dificulta la deglución y el habla.

Enfoque familiar y comunitario

Vive en un cuarto piso sin ascensor con su mujer de 79 años, principal cuidadora, ambos con estudios primarios. Dependiente para las transferencias, recibe puntualmente apoyo de su hijo.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Valorado por cirugía maxilofacial en 3 ocasiones, dejando constancia de que el paciente rechazaba intervención, pese a sospecha de Schwannoma, y que fuera remitido en caso de cambiar de decisión.

Tratamiento y planes de actuación

Se realiza entrevista familiar donde se evidencia que su mujer es fundamental en la toma de decisiones, quedando el paciente prácticamente relegado, aunque conserva funciones superiores.
Explican que transmitieron que, si la intervención podía esperar, preferían completar rehabilitación que estaban realizando para mejorar funcionalidad y que, al entender que se podía posponer y no era patología maligna, tampoco se realizó por miedo al coronavirus.
El paciente refiere que su principal preocupación es la dificultad creciente para comunicarse y comer y que había transmitido que, si hubiera posibilidad de mejora o de malignidad, sí se operaría. 
Además, se abordó si le gustaría que se le informase en caso de patología tumoral y el paciente expresó que preferiría que no se le comunicase, pero sí a sus familiares.

Evolución

Se realiza hemiglosectomía con resultado de carcinoma adenoide quístico con metástasis pulmonares y esplénicas, desestimándose tratamiento activo. Pese a ello, hay una franca mejoría del ánimo del paciente al mejorar su calidad de vida, pudiendo comunicarse con sus familiares y retomar alimentos sólidos.

Este caso deja ver la importancia y trascendencia de asegurar en cada acto médico una comunicación correcta y que el emisor y el receptor han entendido el mensaje del otro sin asunciones erróneas.
Además, nuestro papel desde Atención Primaria en lo relativo a derivaciones no debe quedarse solo en la identificación de patologías que precisan otro nivel asistencial, sino en reconocer y minimizar errores en la transmisión de la información que podrían tener repercusiones irreversibles en la salud de nuestros pacientes.