XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Mixto
Caso multidisciplinar
Mareo y cefalea opresiva en contexto de crisis hipertensiva.
Enfoque individual
Mujer de 87 años, con antecedentes de hipercolesterolemia y estenosis de canal, que es enviada al hospital desde urgencias del centro de salud para ampliar estudio por TA de 218/ 69 mmHg (no hipertensa conocida), en contexto de mareo y cefalea opresiva biparietal, de unas 24 horas de evolución. Refiere además unos diez episodios de vómitos ese mismo día. Niega alteración de la visión, pérdida de fuerza o sensibilidad.
Paciente consciente, orientada y colaboradora. Exploración neurológica: pupilas isocóricas normorreactivas. Nistagmus horizontorrotatorio en ambas direcciones de la mirada. Romberg-. No claudicación de miembros. Ligera dismetría en maniobra dedo- nariz.
Analítica de sangre: Serie roja, blanca, plaquetas y bioquímica normales. PCR 2,6.
TC cerebral: zona de hipodensidad cerebelosa derecha, informada como lesión isquémica aguda.
ECG: normal
Ecodoppler TSA: ambos ejes carotídeos permeables.
Ecocardiograma transtorácico: AI ligeramente dilatada, sugestiva de evento arrítmico.
Enfoque familiar y comunitario
Vive sola, independiente para las ABVD.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Infarto isquémico en territorio vertebro-basilar.
Diagnóstico diferencial: Hemorragia cerebral; Infarto isquémico; Vértigo; Debut HTA.
Tratamiento y planes de actuación
Dadas las cifras de TA, en urgencias se administra un segundo captopril 25 mg y nolotil iv. a la espera de pruebas complementarias.
El TC objetiva hipodensidad en hemisferio cerebeloso derecho, pero dado el tiempo de evolución no es subsidiaria de reperfusión. Ingresa en la Unidad de ictus para vigilancia neurológica estricta.
Evolución
Desde el punto de visto neurológico mejora durante el ingreso. Ante la estabilidad clínica se decide alta con adiro 100mg, esidrex 25 mg, irbesartán y atorvastatina 10 mg.
Ante una crisis hipertensiva es fundamental descartar la presencia de daño orgánico agudo. En caso de tratarse de un ictus isquémico, la PA se debe reducir con la máxima cautela posible o incluso no tratarse.
Este caso resulta de gran utilidad debido a la frecuencia de las crisis hipertensivas en las consultas de atención primaria. La información clínica nos va a dar mucha más información que las cifras de PA para el manejo, por lo que es fundamental una anamnesis y examen físico exhaustivos. En este sentido, la visión íntegra y longitudinal del paciente otorga al médico de familia una gran ventaja diagnóstica y pronóstica de estos pacientes.