Atención Primaria.

Caso multidisciplinar

Síncopes. Disnea a moderados esfuerzos.

Enfoque individual

Problemas activos: HTA, Dislipemia, Cardiopatía isquémica, FA paroxística.

Anamnesis: varón de 84 años con antecedentes de síncopes vasovagales esporádicos que desde hace 4 meses presenta un aumento de la frecuencia de los mismos coincidiendo con una historia de disnea a moderados esfuerzos desde hace 6 meses y con un ajuste terapéutico tras ser ingresado de forma programada para la realización de un cateterismo cardíaco.

Exploración física: TA 105/65, FC 55 lpm. Eupneico en reposo. Ruidos cardíacos arrítmicos sin soplos, MVC sin ruidos sobreañadidos. Edemas con fóvea maleolares.

Pruebas complementarias: EKG con Bradicardia sinusal, 55 lpm, eje izquierdo, BAV 1º grado.

Enfoque familiar y comunitario

Viudo, sin hijos. Conduce. Pasea diariamente por su barrio y queda con amigos para almorzar una vez al mes.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Acude a consulta tras otro nuevo síncope. Está preocupado por no poder hacer sus actividades habituales por miedo a que le vuelva a ocurrir. Con el tratamiento optimizado desde el alta de cardiología han mejorado los edemas y la disnea pero se maneja con unos valores de tensión arterial tendentes a la hipotensión y bradicardia. Es reticente a adaptar su nivel de actividad física diaria a las comorbilidades que presenta.

Tratamiento y planes de actuación

Decidimos un plan de acción consensuado que consiste en disminuir los objetivos estrictos de tensión arterial marcados previamente, así como limitar su actividad física diaria dado los riesgos que entraña en relación con las comorbilidades que presenta.

Evolución

Tres meses después no ha vuelto a presentar síncopes y presenta buen control de su disnea pese a presentar una HTA estadio I. El paciente ha interiorizado la importancia de graduar su ritmo de vida a sus comorbilidades.

La continuidad de las visitas permite conocer cuales son los problemas de salud que tienen repercusión en la vida diaria del pacientes. Es un proceso rico en detalles que nos posibilita la compresión integral de la persona y en base a ello el poder realizar un plan de acción consensuado con el paciente. Esta visión global nos capacita para realizar un uso realista de los recursos y del tiempo que cada paciente precisa, al menos en un escenario ideal.