• Educar a los pacientes sobre la importancia del monitoreo regular de signos y síntomas de descompensación cardíaca.
• Entrenar a los pacientes en técnicas de autoevaluación, incluyendo el control del peso diario, la medición de la presión arterial y la detección del signo de la fóvea.
• Evaluar los beneficios del empoderamiento del paciente en la gestión de la insuficiencia cardíaca.
• Reducir las hospitalizaciones y visitas a urgencias mediante la detección temprana y el manejo adecuado de las descompensaciones.

Educación y formación individual:

• Orientación personalizada: Se proporcionó educación individualizada a cada paciente.
• Materiales educativos: Se distribuyeron materiales impresos sobre cómo identificar signos de descompensación.

2. Monitoreo diario:

• Control del peso.
• Presión arterial.
• Signo de la fóvea: Se instruyó a los pacientes en la evaluación del signo de la fóvea en las piernas para detectar retención de líquidos.

3. Evaluación de síntomas:

• Detección temprana: Se capacitó a los pacientes para identificar síntomas de alerta.
• Registro de síntomas.

• Planes individuales.

5. Seguimiento y soporte continuo:

• Sistema de seguimiento: Se implementó un sistema de seguimiento telefónico y visitas domiciliarias.

• Mejora en la calidad de vida: Los pacientes reportaron una mejora significativa en su calidad de vida y una mayor confianza en el manejo de su insuficiencia cardíaca.
• Incremento en el autocuidado: Se observó un mayor nivel de autocuidado y responsabilidad por parte de los pacientes en el manejo de su condición.
• Mejora en la comunicación: La comunicación y coordinación entre los pacientes y los profesionales de salud mejoró, facilitando un manejo más efectivo de la insuficiencia cardíaca.

• Programas de salud comunitaria: Este modelo puede ser replicado en programas de salud comunitaria para mejorar el manejo de la insuficiencia cardíaca en diferentes poblaciones.
• Políticas de salud pública: Las autoridades sanitarias pueden utilizar esta experiencia para desarrollar políticas de salud pública enfocadas en el autocuidado y el empoderamiento del paciente.