XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención primaria
Caso multidisciplinar
Aparición de lesiones en extremidades inferiores
Enfoque individual
Antecedentes personales: Mujer de 21 años. Sana, sin hábitos tóxicos. No antecedentes quirúrgicos.NAMC.
Toma anticonceptivos orales por hipermenorrea.
Anamnesis: aparición de lesiones violáceas dolorosas en EEII hace cuatro días. Afebril, sin síndrome general u otra clínica. Sin motivo desencadenante aparente.
Exploración física: COC, eupneica, BEG, normoperfundida e hidratada. Sin adenopatías periféricas. ACP: ritmica sin soplos,mvc sin sobreañadidos. Abdomen: blando, no doloroso. No palpo megalias. EEII: nodulos subutáneos, indurados,dolorosos y eritematosos en ambas extremidades, no pruriginosos. Sin signos de tromboflebitis, pulsos presentes.
Pruebas complementarias: Primera visita: analítica con PCR, ASLO, FR y cultivo faríngeo
Segunda visita: añadimos quantiferon y placa de tórax
Tercera visita: serologías de lúes, VIH, VEB, CMV
Enfoque familiar
Vive con sus padres, buen apoyo familiar. Acude con su madre a la consulta, ambas se muestran preocupadas
Desarrollo
Juicio clínico: eritema nudoso secundario a anticonceptivos orales.
Diagnóstico diferencial: eritema indurado de Bazin, sarcoidiosis, tuberculosis, fiebre reumatica, enfermedad de Bechet.
Tratamiento
Tratamiento: en un primer momento se pauta indometacina, posteriormente se suspenden los anticonceptivos e iniciamos corticoides orales. Descartada patología orgánica en el momento, se atribuye a toma de anticonceptivos y se deriva a medicina interna para estudio diferido.
Evolución
La paciente presenta mejoría escasa con indometacina, posteriormente reconoce toma de anticonceptivos prescritos por ginecología desde hace un mes, presentando buena evolución tras su retirada e inicio de corticoterapia, con remisión de las lesiones en una semana.
Destacar la importancia de una anamnesis detallada en paciente sana que no refería la toma de anticoncepción hormonal en un primer momento. La observación longitunidal del caso permite ampliar pruebas, variando tratamientos en función de nuestra sospecha clínica. Es importante el registro en la historia clínica de cualquier tratamiento puntual, ya sea profiláctico o terapéutico, farmacológico o no, así como antecedentes y conductas de riesgo sobre los que hacer hincapié en adolescentes sin patología previa.